En su afán por comunicarse por las redes sociales, el presidente Javier Milei tal vez haya cometido hoy una infidencia al anticiparle al mercado qué hará el Tesoro con la nueva licitación de bonos.
Todo comenzó con el posteo de un economista al que Milei respondió con la palabra “Coooorrecto”.
En le mensaje en cuestión, el economista, Iván Carrino propuso que el Tesoro destine el dinero que recaude en la licitación de bonos del próximo miércoles, la primera del nuevo gobierno, a cancelar deuda con el BCRA. Enseguida Milei respondió asertivamente, efusivo, a esa sugerencia.
Todo indica entonces que el Tesoro dará ese destino a lo que se recaude.
Carrino incluso sugirió que esos pesos se queden en el BCRA, para no ir “a la calle”.
Lo más significativo es que poco después el presidente de la Nación hizo un comentario aprobatorio al posteo de Carrino, simplemente escribiendo, en mayúsculas, “COOOOOOORRECTO”.
El propio Carrino admitió, en respuesta a consultas posteriores, que se trataría de cancelar “Adelantos Transitorios” que el Central le fue dando a lo largo de los años al Tesoro. Esto es, emisión para financiar déficit fiscal con una transitoriedad que se fue haciendo demasiado larga.
Durante la campaña electoral, y en las semanas previas al inicio de su gobierno, tanto Milei como el ahora ministro de Economía, Luis Caputo, pusieron énfasis en la importancia de desarmar la “bomba de Leliqs” antes de poder avanzar hacia el desarme del cepo y la eventual unificación del sistema cambiario.
La nueva conducción del Banco Central, presidida por Santiago Bausili, exsocio de Caputo en la consultora Anker, introdujo cambios en el manejo de los “Pasivos Remunerados” del Banco Central, que en las semanas previas al cambio de gobierno registró un fuerte traslado de los bancos desde la tenencia de Leliqs (Letras del Banco Central, a 28 días de plazo y con una tasa de interés nominal del 133% anual) a Pases pasivos (a solo 1 día de plazo y, originalmente, una tasa algo inferior, del 126% anual).
El “nuevo” Banco Central redujo la tasa de interés de los Pases del 126 al 100% anual, con lo que los bancos comerciales volvieron a estar interesados en suscribir Leliqs a 28 días, pero el jueves el Banco Central no les satisfizo el apetito y aceptó solo 20% de lo que los bancos demandaban, justo lo suficiente para renovar los vencimientos.
Un dato adicional es que el próximo miércoles el Tesoro realizará la primera licitación, bajo el nuevo gobierno, de Letras del Tesoro, a 30 días. Los términos de la licitación se darán a conocer el próximo lunes. El monto a licitar es incierto, pero los rumores apuntan a una tasa mensual del 15%, para los bancos mucho más atractiva de lo que hoy ofrece el Banco Central, tanto en Leliqs como en Pases.
Por lo cual sería esperable que hubiera un trasvasamiento de liquidez, de puesta en deuda del Banco Central a puesta en deuda del Tesoro, de todos modos a una tasa notablemente inferior al que está corriendo actualmente la tasa de inflación.
La propuesta de Carrino es, precisamente, que lo que recaude el miércoles (y en sucesivas licitaciones) el Tesoro, lo use para cancelar la monumental deuda en pesos que mantiene con el Banco Central. Sería un modo de hacer “desaparecer dinero” y al mismo tiempo ir reduciendo el stock de Leliqs y Pases, es decir, la principal fuente de “creación endógena” de dinero del Banco Central.
Sería una contracción monetaria que vendría a complementar el “ancla fiscal” y el “imán de dólares” que diseñó Caputo al disponer una devaluación del tipo de cambio oficial de casi 120%, más una mezcla 80/20 con el dólar “Contado con Liquidación” y de complemento el anuncio de un deslizamiento del 2% mensual, de modo de inducir a una rápida liquidación de divisas de los sectores exportadores. Así, en los primeros 3 días de funcionamiento del esquema, el Banco Central logró hacerse de 750 millones de dólares.