La vacuna para tratar el cáncer de piel más peligroso, el melanoma, podría estar disponible en las instituciones de salud en marzo próximo, un desarrollo clínico inédito hasta el momento que demandó más de tres décadas de trabajo de un equipo de científicos argentinos.
El laboratorio a cargo de la producción ya presentó el primer lote a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), requisito previo a que se libere un producto nuevo para su comercialización.
José Mordoh, investigador superior del Conicet, líder del proyecto dialogó con LT10 y contó que "estamos trabajando hace casi 30 años en esta vacuna. Es un proceso lento desarollar este tipo de vacunas. Estas son vacunas terapéuticas y no preventivas. Se aplican cuando el paciente ya tiene la enfermedad y se aplican para que la enfermedad no se disemine y haga metástasis".
"Uno tiene que saber bien cual es la composición de las celulas que componen ese cáncer pere determinar los antígenos que componen esa vacuna. No todos los pacientes tienen los mismos antígenos y tienen las mismas propiedades, entonces hay que desarrollar una vacuna que abarque los antígenos presentes en la mayor parte de los melanomas presentes. Hay todo un trabajo previo para lograr una vacuna que sea efectiva", detalló Mordoh.
El científico además contó que "a difrencia de las vacunas preventivas, donde toda la población está expuesta. En estos casos vacunar a toda la población tiene sentido. En el caso de los tumores, hay una frecuencia mucho menor que en un prceso infecccioso en curso como la gripe o el covid".
El protocolo de tratamiento completo comprende 13 aplicaciones distribuidas a lo largo de dos años. La producción está a cargo del Laboratorio Pablo Cassará, y ya despertó interés en países de la región y en Australia.
Aunque aún no se revelaron detalles sobre su costo ni sobre cómo será cubierto, la aprobación por parte de la Anmat sería un paso crucial para su eventual disponibilidad.