De acuerdo con algunos expertos, el aloe vera guarda en su interior más de 75 compuestos beneficiosos para la salud. Por este motivo, se utilizó a lo largo de la historia como un remedio natural para múltiples males y, en los últimos años, se volvió a recurrir a sus poderes medicinales.
El jugo del aloe vera se puede conseguir naturalmente de sus hojas y puede usarse tanto de forma interna como externa, siendo muy conocida en especial por aliviar el ardor de estómago, las quemaduras de la piel, las encías inflamadas, entre otras.
Además, su uso en ayunas refuerza las defensas, mejora la digestión, el metabolismo de la piel, la salud cardiovascular, desinflama y arremete contra las bacterias y virus. Otra de las propiedades de esta planta es la de limpiar el tracto digestivo.
Si se padece de problemas digestivos, el aloe actúa como regulador y calmante porque mantiene la flora intestinal normal y libre de bacterias. Se sabe que el gel de sus hojas es beneficioso para el colon porque logra desechar las sustancias dañinas a través del tracto intestinal, por lo que es un elemento natural que también alivia el estreñimiento cuando se consume en ayuno por varios días.
Según la Clínica Mayo, se trata de una planta que ayuda a controlar el azúcar en la sangre, puesto que tiene glucomanano, cromo, magnesio y manganeso. Estas sustancias son muy beneficiosas para las personas que están empezando a tener problemas con el azúcar.
Por otro lado, la aplicación del gel de sábila parece acortar la duración de la cicatrización de la herida en las quemaduras de primer y segundo grado. El gel de sábila puede también promover la cicatrización de las heridas.
Es una planta perenne, perteneciente a la familia de las liliáceas, que cuenta con multitud de propiedades muy beneficiosas que se pueden aprovechar para mejorar y mantener la salud de una forma natural. Al ser un desintoxicante natural, se convierte en un gran aliado de la salud.