El gobernador bonaerense Axel Kicillof enviará a Rosario 400 efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas con la idea de sumar personal para combatir la violencia y el delito que azotan a esa ciudad del sur santafesino.
“Buenos Aires y Rosario es una ruta caliente en la que trabajamos", aseguró Javier Alonso, ministro de Seguridad de la gestión de Kicillof. En ese sentido, el funcionario agregó que “hay centenares de causas de narcomenudeo, que terminan con allanamientos en Rosario”.
“Damos este auxilio porque la política de seguridad requiere cantidad de policías con doctrina, con entrenamiento, medios logísticos, inteligencia y comunicaciones integradas. Si no tiene esos elementos, no puede tener éxito en una lucha de persecución criminal”, expresó.
En ese sentido, remarcó que la crítica coyuntura que se vive en la ciudad santafesina puede replicarse en breve en otros lugares: "Lo que pasa en Rosario tarde o temprano repercute en Córdoba, en Entre Ríos y en Buenos Aires, y si se descontrola, se va a agravar la situación de toda la región”.
Alonso destacó que, además de la Policía, se enviarán 80 patrulleros, tres minibuses, la división de motos tripuladas de alta cilindrada, tres helicópteros y drones.
"Nosotros pusimos todo eso a disposición, no nos sobra, pero es parte de nuestra capacidad de reserva operativa”, explicó.
Al ser consultado sobre la polémica que podría generar el envío de fuerzas, el funcionario respondió: “Los bonaerenses se van a enojar si dentro de unos meses empiezan a matar inocentes en Buenos Aires”.
“La droga de Buenos Aires llega desde Santa Fe. Las drogas se venden en Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires, Estados Unidos, en todos lados se vende droga. La diferencia es cuando las organizaciones criminales avanzan a sangre y fuego. Nosotros estamos dando esa pelea, que tiene tres elementos: la prevención del delito, la atención de las emergencias cuando llaman al 911 y la investigación criminal”, enfatizó.