Este martes se llevó a cabo la primera reunión de la Junta de Seguridad en la provincia de Santa Fe. La apertura de la misma estuvo a cargo del gobernador Maximiliano Pullaro quien anunció que el plan es realizarla cada dos meses.
También participaron otros funcionarios de la gestión actual el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Gutiérrez; el procurador general, Jorge Barraguirre, directivos del Colegio de Magistrados, la fiscal general, María Cecilia Vranicich, y un grupo de diputados encabezados por Clara García.
En diálogo con LT10, el secretario general de la gobernación, Juan Cruz Cándido habló sobre la situación actual en materia de seguridad en la provincia, pero puntualmente en Rosario, y explicó que "la presencia de las fuerzas federales son efectivas en el marco de una actuación coordinada con las fuerzas provinciales, un comando conjunto que está funcionando y que se reúne tres veces por semana y está siendo de una importante cooperación en los dos barrios que tienen asignados".
Además, aseguró que no es una tarea fácil, "cuando estamos siendo víctimas de ataques terroristas" pero que ya se ven resultados como ser la reducción de homicidios, de balaceras y de extorsiones.
"El año pasado a esta altura había 82 homicidio y ahora hay 31. En el medio se mejoró la policía en las calles y se ajustaron los controles en las cárceles" detalló el funcionario.
Asimismo, aseguró que todo esto es un "intento de atemorizar a la sociedad para que esta termine presionando al gobierno, a las instituciones para que retroceda en esta decisión que es la del control de la cárcel. Hay muchos que pretenden recuperar los privilegios que perdieron dentro de la cárcel, que se traducen en negocios, porque si bajaron las extorsiones, es porque bajó su negocio con el corte de privilegios".
"Y se reacciona de esta manera, intentando a que el gobierno se vea forzado a una negociación que siempre ha fracasado" agregó Cándido. "El año pasado terminamos con 395 muertos en la provincia, no había estos controles, esta decisión de ajustar lo más posible, y falta todavía, el control de lo que pasa en las cárceles" sumó.