El 10 de febrero de 2016, cuando Huracán se disponía a volver al país tras haber dicho presente en la Copa Libertadores, se vivió una caótica escena. El colectivo que trasladaba a la delegación se quedó sin frenos y terminó volcando. Allí Patricio Toranzo se llevó la peor parte al sufrir la amputación de cuatro dedos del pie izquierdo.
En las últimas horas, en su diálogo con Bolavip, el exjugador del Globo alzó la voz y realizó una fuerte confesión con respecto a lo sucedido aquella jornada. "Fue un antes y un después de mi vida. Yo nací con 20 dedos, 10 de la mano y 10 del pie. Hoy tengo 16", comenzó.
"Eso repercute muchísimo en la vida día a día. Es más, hace dos días yo estaba acostado en un sillón, y viene mi hijo que tiene 15 años. Yo a veces ando descalzo, que no podría porque tengo una zona bastante susceptible. Pero hacía calor y él venía del colegio y me preguntó: “¿Cómo podés vivir así?”. ¿Y yo que le tengo que contestar? Porque él me lo pregunta bien. Es una incomodidad y me tuve que reinventar en un montón de cosas. Fue muy grande lo que me ha pasado, muy grande. Yo jugaba con los pies, juego con los pies, camino", añadió Toranzo.
Al ser consultado sobre las sensaciones que le genera recordar aquel momento, el exjugador de Huracán contó: "Me hace mal. Es más, cuando yo voy manejando y por ahí aparece un micro es como que me alejo. Todo el tiempo estoy pisando el freno a ver si yo me quedo sin frenos. Las pastillas de frenos las tengo que cambiar cada 6 meses. Pero bueno, es lo que me toca. He tenido ataques de pánico que nadie lo sabe".
Para finalizar, Toranzo habló sobre aquellos en los que se apoyó para salir adelante: "Mi terapia fueron mis hijos. que también en un momento me preguntaron cuándo me iban a crecer. Nunca. La terapia fueron ellos, mi familia, todo lo que hicieron por mí para que yo sea alguien en el fútbol. Yo les tenía que dar fuerzas a ellos. ¿Cómo? Haciéndome más fuerte en la adversidad y volver. Era una recuperación de 18 meses y volví a los 3. No estaba en condiciones para volver, ¿eh? No estaba en condiciones, porque yo pateaba la pelota y me sangraba el pie".