Tomás González constituye una de las últimas pruebas de que la cantera del fútbol argentino es inagotable. Con apenas 20 años, el pibe -con una fugaz experiencia de Primera en Unión de Santa Fe- ahora es una pieza clave para Quilmes, que sueña en la Primera Nacional teniéndolo como goleador y máxima figura. Su historia que merece contarse para imaginar un futuro que pinta bien.
Los inicios de Tomás González
Tomás Leonel González nació el 18 de mayo de 2003 en Resistencia, Chaco. Lejos de los grandes clubes del fútbol argentino, desde chico igual comenzó a hacer su camino con la pelota en los pies. La primera institución en rastrearlo y tenerlo en cuenta fue Boca Unidos, de la vecina Corrientes, a través del ojeador Roberto Marioni.
Con los de camiseta roja y amarilla comenzó a destacarse en la Liga Correntina. Antes de que llegara a debutar profesionalmente en el club, un ex director técnico decidió llevárselo: Alfredo Grelak, con pasado por Corrientes, llamó a Tomás González y lo invitó a probarse a Nueva Chicago, el nuevo equipo que le tocaba dirigir. González quedó y pronto comenzó a entrenarse con el plantel superior del Torito.
El 26 de febrero de 2022, con 18 años, hizo su estreno en un 1-1 ante Sacachispas, por la Primera Nacional. Lejos de amedrentarse, Tomás González comenzó a sobresalir también en la formación de Mataderos. Convirtió seis goles en sus primeros 18 partidos y su nombre escaló: Javier Mascherano, entrenador de las selecciones juveniles de Argentina, lo convocó al Sub 20.
El Rayo, como comenzaron a apodarlo en Chicago por su velocidad para ir por las bandas, siguió creciendo: a mitad de año, en julio de 2022, Unión de Santa Fe anunció su contratación. Tomás González arribó así a la Primera División argentina de la mano del Tatengue. El delantero, que también estaba en el radar de Estudiantes de la Plata, selló un contrato por tres años y el club santafesino se adueñó del 50% de su pase.
La llegada de Tomás González a Quilmes
En Unión, todavía joven y con el salto de categoría, Tomás González no logró demostrar todo su potencial. Entre 2022 y 2023 apenas jugó 19 encuentros, con dos goles en su haber y sin conseguir estabilidad en un Tatengue amenazado por su bajo promedio.
A Tomás le sirvió para sumar y acostumbrar su pequeño cuerpo (mide 1.68 metro) al roce con los mayores. La falta de continuidad decidió su salida y Quilmes avanzó por el fichaje de un atacante prometedor.
El Cervecero significaba una vuelta a la segunda categoría, pero también una gran forma de relanzar su carrera a una edad en la que muchos todavía no pegaron el salto. Y sin lugar a dudas no la está desaprovechando: lleva cinco goles en nueve partidos, marcando incluso un hat-trick ante San Martín de San Juan, un par de fechas atrás.
Mientras aguarda por los nuevos llamados de la Selección, con la esperanza de integrar la nómina olímpica de nuestro país en los Juegos de París, el Rayo mantiene su nivel en el Ascenso y aspira a que el sueño de volver a Primera se haga realidad desde el Sur.
La actualidad del Cervecero
Quilmes es, fuera de discusión, uno de los grandes clubes que están hoy en la Primera Nacional. Campeón argentino en 1978, el Cervecero ahora se encuentra como uno de los animadores de este certamen de 38 participantes y aspira a un pronto regreso a la élite.
El Cervecero viene de una derrota por Copa Argentina, 3-1 frente a Central Córdoba de Santiago del Estero, pero el torneo de segunda es el objetivo de Quilmes y de Tomás González. Este domingo, como locales ante All Boys, los dirigidos por Darío Franco buscarán dar un nuevo paso en procura de la máxima ambición.
Hasta hoy es escolta (16 puntos) en su zona al cabo de nueve presentaciones, una menos que el líder San Martín de Tucumán (19). El Cervecero, que empezó con un descuento de tres unidades como consecuencia de una sanción de la temporada anterior, permanece invicto e iguala la línea San Martín de San Juan, otro que lucha por el retorno al primer nivel.