Harry Kane es de los mejores delanteros que ha visto el fútbol inglés en su historia y uno de los artilleros más letales de este siglo. Pero su jerarquía no lo ha ayudado a alzar, aún, a sus 30 años, ningún título. La prodigiosa campaña de Xabi Alonso con el Bayer Leverkusen, que llevó a su equipo a ganar la primera Bundesliga de su historia, no hizo más que alargar la espera de Kane, que tras 13 temporadas y 391 goles como profesional todavía no ha sido campeón como profesional. Mañana será parte del desquite entre su Bayern Munich y el Arsenal, por los cuartos de final de la UEFA Champions League, luego del 2-2 en la ida. Es la última esperanza de Harry Kane antes de que termine la temporada.
Se unió a la academia del Tottenham Hotspur con solo 11 años. El club de Londres lo cedió durante sus primeras temporadas como profesional hasta que, cuando Kane tenía 20 años, decidió repatriarlo y así dio pie al nacimiento de un ídolo. Con la llegada del argentino Mauricio Pochettino como DT, en 2014, el delantero comenzó a mostrar su calidad y de a poco se fue convirtiendo en el goleador indiscutido del Tottenham. Nueve años más tarde, dejó el club siendo capitán, el máximo anotador histórico (280) y dos veces mejor jugador de la Premier League. Además, llegó a una final de la Champions y fue escolta del Chelsea en la liga que los Blues ganaron en 2017… Pero jamás fue campeón.
Paralelamente, su carrera a nivel internacional también fue en meteórico ascenso. Y hoy Harry Kane es el capitán de su selección y el máximo goleador en la historia de Inglaterra, con 62 tantos. En 2021, perdió la final de la Eurocopa por penales frente a Italia, en una nueva frustración a nivel individual. Y hace nueve meses, el estelar delantero de la Premier League rompió el mercado: Harry Kane dejó el Tottenham y se mudó a Munich, para vestir la camiseta del Bayern y finalmente conseguir un ansiadísimo trofeo. “Quiero jugar la Champions y pelear por títulos. Mi objetivo es ganar todos los trofeos que disputemos”, dijo luego de su llegada. Pero lo que le esperaba no estaba en los planes de nadie.
Casualmente, el primer partido de Kane en el equipo dirigido por Thomas Tuchel fue una final: la Supercopa Alemana frente al Leipzig. Los de Munich eran favoritos, pero el equipo revelación de la temporada pasada le propinó una histórica paliza por 3-0. El delantero ingresó en el segundo tiempo, con el resultado 0-2, pero poco pudo hacer para revertirlo. Solo unos meses más tarde, su equipo sufrió otra inesperada derrota frente al DFB Pokal por 2-1 y quedó eliminado en los dieciseisavos de final de la Copa de Alemania, otro de los títulos a los que aspiraba el Bayern. Muy curiosamente, en ese momento, el Tottenham era el líder de la Premier League… Los londinenses no alzan un trofeo desde la Copa de la Liga, en 2008, cuatro años antes del debut de su ídolo.
Pese a los dos traspiés, el Bayern Munich seguía en carrera en las dos competencias más importantes: la liga y la Champions. Y el sueño de Kane parecía seguir con vida, dado que el Bayern había sido campeón en las últimas 11 ediciones de la Bundesliga. Pero el Bayer Leverkusen rompió todos los esquemas con un fútbol de alto vuelo de la mano de Xabi Alonso y se consagró, con cinco fechas de anticipación, campeón de su torneo doméstico por primera vez, el pasado domingo. ¿Maldición? ¿Mala suerte? Lo cierto es que Harry Kane aportó, y mucho, para que el subcampeonato no fuese su destino, pero no lo logró: lleva 32 goles en 29 partidos. Además, en la Champions, anotó 7 y es el segundo máximo artillero detrás de Luuk de Jong.
La contundencia de Harry Kane como goleador le ha otorgado, paradójicamente, un récord del que seguro no quiere jactarse: es el máximo goleador del siglo XXI sin trofeos. Con 329 goles en clubes y 62 con su selección, lidera la tabla a la que nadie quiere pertenecer. Lo sigue Antonio Di Natale, el máximo ídolo en la historia de Udinese, que en 21 temporadas en las que sumó 310 goles tampoco pudo alzar un título. En el tercer lugar está el francés Wissam Ben Yedder, que a los 33 años registra 253 goles y cero trofeos. La figura de Harry Kane trae al recuerdo otros grandísimos futbolistas que, pese a una exitosa carrera a nivel individual, tampoco pudieron valerse de campeonatos.
Giuseppe Signori es el séptimo goleador en la historia del Calcio y su etapa más recordada es la que tuvo entre 1992 y 1998, con la camiseta de la Lazio. El delantero dejó el club en medio de conflictos con dirigentes y los de Roma ganaron la Copa Italia a los pocos meses, mientras él acabó su carrera sin coronarse. Otro caso es el de Fernando Gómez, el jugador con más presencias en la historia del Valencia. Tras quince temporadas en el club, se marchó al Wolverhampton y su ex equipo ganó la liga al año siguiente. O un amigo del propio Kane, Heung-min Son. El surcoreano, ídolo del Tottenham y socio dentro de la cancha del inglés, tiene 31 años y hace nueve que está en la Premier League. Su anterior club había sido, curiosamente, el flamante campeón Bayer Leverkusen.El próximo miércoles a las 16 (hora argentina), Kane tendrá “su última bala”. Su equipo recibe al Arsenal tras el empate en dos en el Emirates Stadium y debe ganar para no quedar fuera de todo tipo de competencia. Ha sido un año irregular para el Bayern Munich y el primero sin títulos en más de una década. Y el delantero tal vez haya sido la peor víctima de ello; aunque algunos quieran declararlo el culpable. Harry Kane no quiere quedar en los libros de historia como el máximo goleador sin títulos del fútbol mundial. Está a tiempo, pero tiene 30 años y la “maldición” lo acecha.