Mediante un hackeo al Gobierno de la Nación, filtraron datos sensibles de licencias de conducir de más de cinco millones de ciudadanos. En un anuncio compartido en redes sociales, los hackers exhibieron su logro con las imágenes de Javier Milei, Luis Petri y Patricia Bullrich, pero el material se encuentra a la venta en la dark web y puede afectar a gran cantidad de usuarios.
El especialista en seguridad informática Julio Ernesto López, el cual especificó que "no hay nada que la gente pueda hacer, porque el tipo de información del registro de conducir no es información que vos podés cambiar". Aunque aclara también que "es un carnet que permite conducir y, gracias a Dios, en el país no se ha permitido su uso para otro tipo de trámites".
Igualmente, López remarcó que el principal riesgo es que entre la información robada se incluye el domicilio, aunque también indicó que también es posible replicar un DNI a partir de los datos robados. A partir de ahí, más allá de que nada pueda hacerse para "guarecerse" del robo de información, es importante tener consciencia del riesgo que esto implica.
Los datos más sensibles, según explicó, son el domicilio, que en las licencias tiende a estar más actualizado que en el DNI, el robo de la imagen y el número de identificación, datos mediante los cuales puede duplicarse el documento. Con esto, los principales riesgos son estafas o fraudes cometidos bajo una identidad falsa.
Algo recurrente que suele pensarse sobre este tipo de hechos es que no debería ser tan franqueable la seguridad de organismos del Estado Nacional, pero para López el problema parte de una cuestión del sistema: "Mientras que la política esté ligada en la operación, vamos a tener un problema".
Lo que aduce López es que los intereses políticos perjudican a las instituciones por la fuerte vinculación que existe entre los resultados electorales y la construcción de cuadros dentro de los organismos: "Cada vez que sale un gobierno sacan a la gente a cargo, ponen a la suya en el lugar y todo vuelva a cambiar".
Este fenómeno es recurrente no solo con respecto a la seguridad, sino en todas las dependencias públicas que dependen directamente de un gobierno, por lo que la eterna confusión entre partido y Estado que existe en la Argentina propician a este tipo de situaciones. En ese sentido, López sostiene que "mientras no haya gobernabilidad y política ordenada, estamos al horno".