Un presupuesto de 3.350 millones de dólares para un viaje que iniciará en el 2028 y llegará a destino seis años más tarde. La NASA acaba de confirmar el plan: visitará con un drone a Titán, una de las lunas de Saturno. Dragonfly —tal es el nombre de la misión— tiene entre ceja y ceja a ese paraje que, según estudios previos, es rico en materia orgánica.
La iniciativa vuelve al ruedo luego de una cancelación durante la pandemia de Covid-19. Ahora, la aprobación del presupuesto duplica al previsto en el 2019.
La NASA confirmó que visitará la luna Titán con un “helicóptero espacial”
“Esta decisión permite que la misión avance hasta completar el diseño final, seguido de la construcción y prueba de toda la nave espacial y los instrumentos científicos”, señaló la agencia espacial estadounidense en un comunicado publicado esta semana.
Con esta confirmación, el lanzamiento de Dragonfly está previsto para el año 2028 con la mira en un arribo a Titán hacia el 2034. “Esta es una misión científica espectacular (…) Estamos entusiasmados de dar los siguientes pasos”, comentó Nicky Fox, administrador de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA. “La exploración de Titán ampliará los límites de qué podemos hacer con los helicópteros fuera de la Tierra”, agregó.
La referencia de Fox recuerda los logros conseguidos por Ingenuity en Marte. Aquel es un helicóptero que la agencia usó para explorar la superficie del planeta rojo, en colaboración con el rover Perseverance. En febrero, “murió” tras un aterrizaje en el que una de sus patas se quebró. Sin embargo, su trabajo fue un éxito: voló mucho más de lo previsto inicialmente, entregándonos información valiosa sobre las condiciones marcianas. Siguiendo el repaso de la publicación Xataka, es altamente probable que el legado de aquel dispositivo volador haya impulsado a la NASA a apostar sus fichas a Dragonfly, que volará en otro ámbito.
Cómo es Dragonfly, el helicóptero de la NASA que volará en Titán
Este equipo tiene ocho rotores y un peso de 450 kilogramos. “Vuela como un gran drone”, explican desde la NASA.
Cuando ocurra el lanzamiento dentro de cuatro años —si el cronograma actual se mantiene— viajará hasta Saturno con la ayuda de un cohete de carga pesada. Luego, aterrizará con dos paracaídas. Para soportar el viaje, el dispositivo cuenta con un escudo térmico desarrollado por el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins. En la iniciativa también colaboran las agencias espaciales de Japón (JAXA), de Francia (CNES) y Alemania (DLR).
¿Por qué la NASA apunta a Titán?
En su comunicado, el organismo de Estados Unidos detalló que Dragonfly volará a “docenas de lugares prometedores en Titán, en busca de procesos químicos prebióticos”. Según se indicó, se trata de aspectos comunes tanto en Titán como en la Tierra primitiva, antes de que se desarrolle la vida.
El estudio de aquella luna es relevante debido a la presencia de mares líquidos. Es el único “mundo” diferente a nuestro planeta en el que se ha encontrado agua. El hallazgo fue realizado hace décadas por Cassini, una nave espacial construida por la NASA. En este momento, se sabe que esas lagunas amarillentas en Titán se mantienen líquidas, a temperaturas inferiores a los -180 grados Celsius y profundidades de hasta 160 metros.
Sin embargo, investigaciones previas echarían por tierra esas especulaciones. En el 2005, una sonda de la Agencia Espacial de Europa estudió in situ a esa luna de Saturno, concluyendo que su atmósfera proteger a la superficie, aunque está compuesta de nitrógeno e hidrocarburos como metano, propano y etano, con una presión atmosférica superior a la de nuestro planeta a nivel del mar. Por lo demás, en esos entornos hay apenas el 0,1% de la energía solar que recibe la Tierra, nota la fuente mencionada.
El viaje de Dragonfly podría responder una de las grandes preguntas de la humanidad: ¿hay vida en otros planetas? Titán es uno de los candidatos más prometedores para que los buscan un “sí” como respuesta.