Obras paralizadas, bloqueos en fábricas de alimentos, eliminación de turnos de producción y despidos que se multiplican. Son postales del impacto de la caída de la actividad industrial que se profundizó desde diciembre, tras la asunción de Javier Milei, y que -según los propios datos oficiales- confirman un escenario de recesión que puso en alerta máxima a los gremios del sector.
Esas entidades, agrupadas en la Confederación de Sindicatos Industriales (CSIRA), buscaron plasmar en números los efectos del deterioro sectorial en un informe que sostiene que casi la totalidad de las empresas de la actividad asegura atravesar una situación peor que un año atrás, con fuerte contracción de ventas y de producción, que se traducen en que tres de cada cuatro compañías debió despedir a parte de sus plantillas de personal, entre otras políticas de recorte laboral.
Las conclusiones del informe se desprenden del relevamiento que realizaron 23 de los 35 sindicatos de la CSIRA, que representan a 1.097.693 trabajadores empleados en 61.728 empresas de 18 sectores de actividad. Según la encuesta, culminada el 23 de mayo, el 95,7% de las compañías relevadas manifestó encontrarse en una situación peor que el año pasado como consecuencia directa de la caída del consumo y el escenario de recesión económica que se acentuó en los últimos meses.
Cerca de cuatro de cada 10 firmas señalaron que su situación empeoró moderadamente (39,1%), en tanto que el 56,5% consideró que empeoró mucho, un panorama que se verificó a partir de las respuestas sobre la caída de ventas de sus productos: el 60,1% de los consultados declaró una contracción en las ventas superior al 15%, el 30% advirtió sobre caídas menores al 15% y menos de un 5% de las compañías informó que sus ventas se mantienen igual que un año atrás.