Así como el caso de la desaparición de Loan en Corrientes, tiene muchas similitudes con el caso de Maxi Sosa en la Ceres, hay otros dos niños que son búscados en la provincia. Uno de los casos data de 1997, cuando en Bruno Gentiletti fue visto por última vez en Rosario.
Bruno tenía 8 años y vivía en Las Rosas. Sin embargo, el día que desapareció, un domingo 2 de marzo de 1997 viajo a Rosario junto a sus padres y hermanos, para disfrutar del balneario La Florida.
Mientras su madre preparaba el almuerzo fue a unos juegos que estaban a 100 metros con sus hermanos, y nunca más fue visto.
El segundo caso que sigue activo es el de Axel Ledesma, quien tenía 2 años cuando desapareció el 27 de enero de 2008, de su humilde casa de Pérez. La denuncia fue presentada por su madre, Liliana Ledesma, de 25 años, y la primera hipótesis de la policía fue que lo habían vendido a una pareja en la zona rural de Pérez. Nada se pudo comprobar y no hay pistas del niño.
El último es el de Maxi Sosa, de Ceres, quien falta de su casa desde 2015. En este caso, su abuela materna fue condenada y luego absuelta, acusada de haber vendido a su propio nieto.
Milagros Rivadera, Directora provincial de Protección de Derechos Humanos, explicó por LT10 que en estos casos, "se hace la reconstrucción de la foto para que sea más real la imagen y de acuerdo a la edad que tendría esa persona. Y a medida que avanza la tecnología se supone que estas reconstrucciones son más exactas".
Por otro lado, detalló que en Santa Fe hay una ley provincial, "lograda por la militancia de las familias y en virtud de la búsqueda de Bruno y lo que hace es crear el registro provincial de información sobre niños, niñas y desaparecidos en el ámbito de la Secretaría de Derechos Humanos. Esta ley es previa a la creación del MPA, por eso muchas de esas funciones, hoy en día están en manos de la fiscalía".
Sobre cómo sigue el proceso, detalló que "la Secretaría toma conocimiento de todas las denuncias desde la derivación de las Comisarías de todos los territorios. Esa derivación es inmediata y a partir de ese momento nosotros articulamos con la familia, la fiscalía y la comisaría, y lo que se logra es un nexo de confianza con la familia por lo que por ahí recibimos información que no es importante a la causa o que no sienten inmediatez para decirlo a la fiscalía".
Se hace un asesoramiento y contención a la familia y se encargan de la difusión de la foto para que cualquier persona pueda aportar datos.
Por último, Rivadera puso énfasis en que "no tienen que esperar 24 horas para hacer la denuncia, no es necesario. Tampoco tiene que ser un familiar directo el que la haga. Con tener un nexo de cotidianidad es suficiente".