UNL - Martes de científicas y científicos

Martes 13 de Agosto de 2024 - 14:24 hs

Lo que pueden develar los tucu-tucu

Una investigadora de UNL está estudiando el gran aporte que realizan estos roedores a la biodiversidad. No se tenían datos de esta especie desde hace más de 50 años.

Actualizado: Martes 13 de Agosto de 2024 - 16:01 hs

Andrea Previtali es licenciada en Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Ph.D. in Biological Sciences, en la Northern Illinois University (NIU) - DeKalb, IL, EE.UU. Es investigadora independiente del CONICET con lugar de trabajo en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral (FHUC-UNL); estudia la ecología de enfermedades zoonóticas en la zona litoraleña santafesina. Visitó Primera Tarde para contar sobre el proyecto "Desenterrando un misterio del patrimonio subterráneo: los roedores ocultos de Santa Fe", que ganó financiación de Fondo para la Conservación del Patrimonio Natural de la provincia de Santa Fe.

El objetivo general de la propuesta es estudiar de manera interdisciplinar las poblaciones de tucu-tucus de la provincia de Santa Fe, obteniendo información ecológica, genética y antropológica que contribuyan a la evaluación de su estado de conservación. Los tucu-tucus son roedores que pertenecen al género Ctenomys, en el cual se reconocen 67 especies, la mayoría Argentinas, originadas en menos de 2 millones de años, los tucu-tucus no han sido estudiadas en Santa Fe desde los años sesenta del siglo pasado. Por lo que en la actualidad no existen datos de sus poblaciones.

“Se los considera  como “bioingenieros” porque modifican el ecosistema que habitan, facilitando la supervivencia de otras especies y, por ende, aumentando la biodiversidad”, enfatiza Previtali.

El proyecto es llevado a cabo por un equipo conformado por los investigadores  Ivanna Tomasco, Eva Rueda, Celeste Medrano, Tatiana Sánchez, Cecilia Lanzone y los estudiantes en licenciatura en Biodiversidad Nerea Alovatti, Rocío Sánchez, Sabrina González y Agustín Machado.

 

Fuente: LT10/ Prensa UNL