En la semana, la policía detuvo a tres hombres por la violenta entradera a un matrimonio en el barrio Sur de Santa Fe. Fue luego de una serie de allanamientos tanto en la ciudad como en Rosario.
Entre los detenidos está L.B., un jugador de fútbol profesional que actualmente juega en la Reserva del Club Atlético Unión de Santa Fe.
El rosarino de 25 años era vecino de las víctimas y sería quien proporcionó el dato y el ingreso a los delincuentes que no solo se llevaron dinero y joyas, sino que golpearon brutalmente al hombre de 88 años.
El robo y ataque ocurrió en la madrugada del 12 de junio en una vivienda de calle Monseñor Zaspe al 3000. Allí, los delincuentes ingresaron por los techos hasta la terraza de la casa de las víctimas, bajaron por una escalera hacia el patio y forzaron la ventana de un dormitorio. Al encontrarse con el hombre de 88 años y su pareja, de 85, los redujeron. A la mujer la amenazaron con un arma blanca y le ataron los pies mientras que a su marido lo ataron de pies y manos y luego lo agredieron con golpes de puño.
Los delincuentes abrieron la puerta del frente de la casa y habilitaron el ingreso del imputado de 30 años, Maximiliano Zarate, quien revisó el lugar en busca de elementos de valor. Tras una hora de tormentos físicos y psicológicos, los delincuentes se apoderaron ilegítimamente de 5 millones de pesos, 4 mil dólares; 10 mil pesos uruguayos; cuatro monedas, anillos y otras joyas de oro, y un teléfono celular, enumeró la fiscal.
Concretado el robo, los delincuentes fugaron en un Volkswagen Fox que los esperaba en la esquina de Monseñor Zazpe y 4 de Enero.
Sobre Berti dijeron que “el ilícito no podría haberse cometido sin que les facilitara a los coautores el acceso a la cochera de un edificio ubicado en 4 de Enero al 1600, donde él vivía: la cochera es lindera a la casa de las víctimas".
En la audiencia, la fiscal María Gabriela Arri remarcó que el imputado tenía antecedentes condenatorios. Y así se remontó a una saga de robos de fines de la década pasada en los barrios rosarinos La Florida y Alberdi.
Ocurre que el mediocampista fue detenido en diciembre de 2018 junto con cuatro secuaces en un operativo de la Subcomisaría 27ª y a los pocos días la fiscal Mariángeles Lagar les atribuyó nada menos que once entraderas. Luego, fue condenado en noviembre del 2020 a tres años de prisión en suspenso como miembro de asociación ilícita.