Es un secreto a voces, pero falta la oficialización. El lunes, antes del partido ante Argentinos, se conoció que Unión llegó a un acuerdo con Gustavo Munúa y el representante Pascual Lezcano por la deuda, por lo que estaba todo dado para levantar la inhibición. Sin embargo, es un proceso que lleva tiempo.
Justamente este jueves se habrían intercambiado los documentos firmados y se espera que impacte en FIFA para dejar de figurar como moroso y así quedar liberado para usar las caras nuevas que arriben. Trascendió que el uruguayo "resignó" la mitad de lo que le debían y donó la otra parte para la compra de un terreno dedicado para las inferiores.
Ahora quedan por delante las formalidades y que el club lo oficialice mediante un comunicado en redes sociales. Se espera, dicho sea de paso, que llegue con más novedades, como la llegada de jugadores y los términos de la venta de Federico Vera, que nunca se esclareció por más que hace tiempo ya milita en Independiente.
Por lo que pudo saber Diez en Deportes, Kily González estableció como prioridad un lateral derecho, un interno y un extremo izquierdo. Después, si aparece alguien más que interese, se analizará. Hubo cuatro meses para intentar resolverlo, pero recién en la última semana se pudo destrabar. Fue un alivio que se estire el mercado hasta el 6 de septiembre, pero la realidad es que la inhibición fue un dolor tan fuerte de cabeza que llevó la paciencia de Kily a su punto máximo.