La División Antifraude de la Policía Federal Argentina secuestró en los últimos días más de 1.000 productos falsificados de una reconocida marca de termos, los cuales representan un riesgo potencial para la salud de los consumidores.
El operativo comenzó a partir de una denuncia realizada por Parallel SA, la compañía representante de los termos Stanley en el país, por presunta comercialización ilegal de productos falsificados en el barrio privado Nordelta.
Allí se realizaron los primeros secuestros de mercadería y se recogieron pruebas para realizar un operativo simultáneo en cuatro domicilios, depósitos y locales comerciales en el barrio porteño de Villa Urquiza y en Villa Adelina, en el partido de San Isidro.
Como parte de esta causa que tramita en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de San Isidro ya se llevan incautados más de 1.000 productos de la marca Stanley. Durante el último año, por distintas denuncias realizadas por empresas argentinas afectadas, ya se secuestraron casi 10.000 termos falsificados, tanto de esta marca como de otras de fabricantes locales reconocidos.
Además, y teniendo en cuenta la proliferación de distintas causas que se siguen radicando en distintos puntos del país, se está llevando adelante un registro central en la División de Scopometría de la Policía Federal Argentina, sobre la autenticidad de productos Stanley, lo que permite realizar las pericias en el marco de todas las causas.
EL PELIGRO DE LOS TERMOS FALSOS
Los consumidores que adquieren productos falsificados están expuestos a potenciales riesgos para su salud y seguridad porque son fabricados con aceros no aptos para el contacto con alimentos y presentan, además, impurezas en su composición.
De hecho, el material con el que están fabricados es poco resistente a la corrosión que produce el agua caliente, con el uso habitual en el largo plazo comienzan a transmitirse impurezas al líquido que contiene el termo y se originan graves afecciones a la salud.
Se trata de termos y productos fabricados con un tipo de acero inoxidable prohibidos por la legislación nacional, la normativa del Mercosur y el Código Alimentario de la Argentina.