Salud - Señales

Miércoles 04 de Septiembre de 2024 - 17:05 hs

Siete tipos de cansancio y cómo reconocer cada uno de ellos

Cómo recuperar la vitalidad en cada caso.

El cansancio permanente impacta de muchas formas en la salud física y emocional. No hay diagnósticos ni recetas que puedan resolver estos estados si no les das la dimensión que realmente tienen.

La reconocida Doctora en Medicina Saundra Dalton-Smith identificó siete tipos de cansancio y recomendaciones particulares para cada caso.

Mental

Se refiere al conocido burn out, donde la capacidad de pensar y decidir se resiente. Te volvés disperso, tardas el doble de lo habitual en resolver tareas simples, la mente está agotada, olvidás nombres y datos obvios, se dificulta aprender algo nuevo por más fácil que sea.

En ocasiones nos juzgamos duramente. Vemos nuestras fallas y creemos una falta de compromiso o de voluntad, pero en realidad es sólo agotamiento mental. Volver a reconectarse con la naturaleza, con los placeres simples, con el juego y hacer cosas que no requieran pensar, analizar o incorporar más datos, colabora a darle descanso a la mente.

Físico

Es el más fácil de identificar porque se manifiesta en el cuerpo. Lo sentís en los músculos, en la tensión de la espalda, en el esfuerzo que le debés poner para hacer las tareas de siempre. Una alternativa es crear micropausas reparadoras durante el día.

Emocional

Dejás de estar disponible para conversaciones profundas, para escuchar problemas de cualquier tipo. Sostener una charla que demande empatía o ser soporte de otro se convierte en una tarea ardua. Estás agotado y entonces emergen emociones de tristeza, abatimiento y, en ocasiones, estallidos de ira.

En general, es un estado que se experimenta en soledad. La mayoría tiene dificultad para reconocerlo y para habilitar a sentirse así por la propia exigencia. Encontrar refugio en los vínculos verdaderos, en donde puedas expresar tus miedos y tu hartazgo sin sentirte juzgado de algo que no se ve, pero se siente, puede ser un inicio para reencontrar un estado de paz y de recuperación de tu capacidad emocional.

Social

Es uno de los males de este tiempo. Te sentís agotado del exceso de socialización y de compartir actividades con otros. Se acrecienta si los círculos de los que sos parte ya no te nutren o “se juntan” para hacer planes que ya no son coherentes con quien sos ahora. Retirarse un tiempo de las actividades con otros, permitirse un tiempo para la soledad y la reconexión con lo propio, para observar qué te pasa cuando no estás compartiendo con otros y para procesar el sobre estímulo puede resultar muy sanador.

Creativo

Es un estado que se hizo muy popular en las empresas de vanguardia. Uno se siente bloqueado, incapaz de crear algo nuevo o de encontrar soluciones innovadoras para las tareas de siempre. Se asocia al cansancio mental pero es diferente.

Estos tiempos exigen ser creativos, no sólo cuando el trabajo se asocia a ello, si no que la vida cotidiana obliga a diseñar soluciones innovadoras todo el tiempo, seas consciente de ello o no. Reconectar con el placer, con el arte, evitar todo lo que sobreestimula y que llena de información puede ser una forma de resolución. No podés ser curioso ni dejarte sorprender cuando sentís que el mundo te satura.

Sensorial

La sobreestimulación a la que te enfrenta este tiempo también satura los sentidos. Ruido, luces, pantallas encendidas que emiten información, música sonando, gente, colas, conversaciones en simultáneo, negocios, promociones. Necesitamos apagarnos.

Cada vez son más los que al final del día quieren desconectarse de todo y volver a alimentar los sentidos de otros estímulos. Recuperar el tiempo para comer y disfrutar el ritual, la oscuridad para poder descansar, el silencio para descontaminar el exceso de mensajes. Ganás tiempo vital, claridad y paz mental.

Espiritual

Abarca mucho más de lo que seamos capaces de describir en palabras. Para empezar a comprender de qué se trata es posible referirnos a esos momentos en que dejás de encontrarle un sentido a la vida y te inunda la sensación de “¿total para qué?”.

Fuente: Nexofin