Limpiar la pileta antes de que llegue el verano es crucial por varias razones, tanto para mantener la salud de los niños como para prolongar la vida útil de la instalación. Durante el invierno, la piscina puede acumular residuos como hojas, polvo y otros desechos, lo que crea un ambiente ideal para el crecimiento de algas, hongos y bacterias. Si no se realiza una limpieza adecuada, el agua puede volverse verde y turbia, además de ser insalubre para quienes se sumerjan.
Mantener la pileta limpia ayuda a balancear los niveles químicos del agua, como el pH y el cloro. Estos deben estar en los rangos adecuados para evitar irritaciones en la piel y ojos, así como para prevenir infecciones.
Además, una piscina limpia y bien mantenida luce mucho mejor, lo que mejora la estética de tu jardín o espacio exterior. La acumulación de suciedad y manchas en las paredes o el fondo puede ser difícil de eliminar si no se trata a tiempo.
Cómo limpiar correctamente la pileta
Limpiar correctamente una piscina requiere varios pasos para garantizar que el agua esté en condiciones óptimas de uso y que la estructura se mantenga en buen estado.
1. Retirar hojas y residuos flotantes
Usa una red de mano o recoge hojas para quitar cualquier residuo flotante, como hojas, ramas, insectos o cualquier objeto que haya caído en la piscina. Este paso inicial es importante para evitar que estos elementos lleguen al sistema de filtrado.
2. Cepillar las paredes y el fondo
Utiliza un cepillo de piscina para frotar las paredes y el fondo. Esto ayuda a eliminar algas, suciedad adherida y depósitos de cal que pueden haberse acumulado. Dependiendo del material de la piscina (azulejo, liner, hormigón), elegí el tipo de cepillo adecuado para no dañar la superficie.
3. Aspirar el fondo de la piscina
Después de cepillar, los residuos caerán al fondo, por lo que es fundamental usar un aspirador de piscina para eliminarlos. Los aspiradores manuales o automáticos (robots limpiadores) son efectivos para dejar el fondo limpio. Asegúrate de hacerlo lentamente para evitar levantar los residuos.
4. Limpiar el filtro
El sistema de filtrado es clave para mantener el agua limpia. Existen varios tipos de filtros (de arena, de cartucho o de diatomeas). Es importante limpiar o cambiar los filtros regularmente:
- Filtros de arena: Se deben limpiar mediante un proceso de "lavado a contracorriente" (backwash) para eliminar las impurezas.
- Filtros de cartucho: Extrae el cartucho y enjuágalo con agua a presión. Si está muy sucio, puedes sumergirlo en una solución limpiadora específica.
- Filtros de diatomeas: También requieren un lavado a contracorriente o una limpieza con productos específicos.
5. Comprobar y ajustar el nivel del agua
Asegúrate de que el nivel del agua esté a la mitad del skimmer, para que el sistema de filtrado funcione correctamente. Si el nivel es bajo, rellena la piscina; si es alto, retira el exceso.
6. Equilibrar los productos químicos
Un correcto equilibrio químico es esencial para mantener el agua segura y limpia.
7. Shock de cloro (cloración de choque)
Realiza un tratamiento de choque al menos una vez al mes, o cuando notes que el agua está turbia o después de un uso intensivo de la pileta. Este tratamiento consiste en añadir una dosis elevada de cloro para eliminar bacterias y microorganismos. Es importante no usar la piscina durante varias horas después de este tratamiento.
8. Revisión de los skimmers y prefiltros
- Limpia los skimmers y el prefiltro de la bomba regularmente para asegurarte de que el sistema de filtración no se obstruya.
9. Mantenimiento regular del agua
Aunque realices una limpieza profunda, es importante realizar un mantenimiento regular:
- Limpiar los residuos diariamente o cada pocos días.
- Comprobar los niveles químicos al menos una vez por semana.
- Limpiar el filtro cada 1-2 semanas, dependiendo del uso y del tipo de filtro.