El proyecto “Ciclar Vida” es un trabajo llevado adelante por investigadores, investigadoras, técnicos y estudiantes, que arribó exitosamente a la primera cosecha de lechugas en sistemas experimentales de acuaponia. El equipo lo conforman integrantes del Instituto Nacional de Limnología (INALI, CONICET-UNL) y del INTA de Ángel Gallardo, en cooperación con otras instituciones científicas.
Débora Carvalho, investigadora del CONICET y directora del proyecto, manifiesta que “trabajar con líneas de investigación emergentes siempre es un gran desafío, especialmente en un contexto como el actual, en el que los recursos para la ciencia son muy limitados”. La producción de verduras y hortalizas en acuaponia es un proceso agroecológico que está libre de insumos agrícolas perjudiciales, cuidando tanto la salud de los productores como la de los consumidores.
El tema de la acuaponia es abordado en el INALI desde 2018, pero fue en 2022 cuando se logra el financiamiento del proyecto que permitió la puesta en funcionamiento de 9 módulos independientes y replicables, para a luego desarrollar allí los ensayos científicos con el rigor científico y estadístico necesario.
La experiencia combinada de producción de peces y hortalizas avanzó con múltiples tareas, como la puesta en funcionamiento del sistema de recirculación y pruebas hidráulicas, continuando con el ciclado de nutrientes (desarrollo de bacterias nitrificantes), para culminar con la primera siembra de pacú en el mes de octubre.
Las tareas son coordinadas junto a otra investigadora del INALI, Natalia Calvo, y se orientan al aprovechamiento de los recursos -alimento, nutrientes, agua- y a la productividad del cultivo de pacú integrado con hortalizas en sistemas de acuaponia de pequeña escala, con aplicación directa en la agricultura urbana y familiar para lo cual se emplearon como base los módulos propuestos por la FAO (Food and Agriculture Organization, la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ONUAA).
El desarrollo logrado permite el avance en materia científica y también avizorar posibilidades concretas de transferencia y comercialización, fruto del trabajo cooperativo con personal de otras instituciones, ya que además del INALI y del INTA de Ángel Gallardo participan integrantes del CICYTTP (CONICET-UADER) y del ICIVET Litoral (CONICET-UNL).
El trabajo también se articula con una empresa de balanceados, dado su interés por producir específicamente para acuaponia, logrando en esta etapa dos tipos de alimentos, uno comercial -ya disponible para en el mercado-, y otro con pequeños cambios en cuanto a los nutrientes que podrían favorecer el crecimiento vegetal. La empresa participante contribuyó con el alimento para los peces y los ejemplares juveniles de pacú, mientras que el INTA aporta el espacio y costos de agua, luz, seguridad y algunos insumos para la producción.
Por su parte, el CICYTTP -Centro de Investigación y Transferencia de Tecnología a la Producción (de Diamante)-, contribuye con personal que colabora activamente al proyecto, a la par que el ICIVET Litoral -Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral-, aporta especialistas que realizan los estudios de sanidad animal en los peces, antes y después de los ensayos.
La acuaponia es un campo en el que se trabaja y estudia para integrar dos sistemas productivos, la acuicultura y la hidroponía. Es una actividad incipiente en Argentina, con escasa información sobre el cultivo con especies nativas. Sin embargo, es considerada una tecnología productiva de gran potencial con impacto positivo en lo social, económico y ambiental ya que resguarda la salud de los productores, consumidores y el ambiente, a través de la producción rentable de alimentos inocuos y libres de agroquímicos y del uso eficiente y respetuoso de los recursos naturales. Esto promueve la producción de alimentos que pueden adaptarse a todo tipo de condiciones climáticas, en distintas escalas (familiar, mediana, industrial) y ser incorporada por tanto por parte de pequeños como de grandes productores, sean rurales o urbanos, además de familias e instituciones como escuelas, entre otros.
Este proyecto en particular hace hincapié en los módulos de acuaponia de escala familiar propuestos por la FAO, construidos con insumos de fácil acceso local, bajo costo y diseñados para complementar la dieta de una familia con vegetales y peces de alta calidad nutricional y libre de contaminantes. Además, al hacerse en invernadero, bajo cubierta, se logra cierto manejo de temperaturas, relativizando así las variaciones estacionales.
Carvalho añade, sobre el proyecto “Acuaponia con especies nativas de peces y crustáceos: diversificación y uso eficiente de los recursos para la agricultura familiar y urbana”, que “además de obtener datos valiosos sobre el cultivo acuapónico de especies nativas de interés comercial, están avanzando hacia la posibilidad de autofinanciar algunos insumos necesarios para el estudio; por lo que habilitará la posibilidad de adquirir hortalizas acuapónicas ofreciendo un alimento saludable y, a la vez, una contribución a este proyecto que aporta desde la ciencia a la sostenibilidad.