El próximo fin de semana Unión no jugará por la fecha 7 al postergarse su compromiso ante Racing producto de la proximidad de la Recopa Sudamericana. Amparado en un reglamento de AFA, al Academia hizo el pedido, que desde ya fue aceptado, por lo que el próximo duelo el Tate lo afrontará el 1 de marzo en Santa Fe ante Gimnasia.
Es decir, casi dos semanas para trabajar en busca de resolver las falencias y potenciar las virtudes. Un inicio inesperado, con seis sin ganar (cuatro derrotas y dos empates) y que tiene al Rojiblanco en el fondo de la zona A del Apertura. Apenas una unidad por encima de Aldosivi.
Algo que ya puso en el centro de la escena al técnico Cristian González, que se muestra firme, ya que nota respuestas de los jugadores. El tema es que la cima está cada vez más lejos, como así también el objetivo de intentar llegar a los cuartos de final. Todavía hay margen, pero no se pueden dejar escapar más unidades.
Lo que se desprende es que, más allá del "buen mercado de pases" que enunció Kily, por ahora las incorporaciones no aportaron el esperado salto de calidad. El único que quizás mostró más de lo pensado fue el arquero Matías Tagliamonte, figura ante Argentinos.
Después, los demás fueron rotando: Ezequiel Ham, Julián Palacios, Franco Fragapane, Mauricio Martínez, Agustín Colazo y Marcelo Estigarribia. En ataque la pólvora está mojada y en el medio no aparece ese volumen de juego que tanto se buscaba. Tanto es así que el técnico los cambió a todos permanentemente.
Es verdad que Unión en varios cotejos no ligó, pero ahí es donde la jerarquía impera y por ahora no está. Todavía las partes no pudieron ensamblarse, por lo que el rendimiento le pasa factura en la tabla. Se espera que estos días sirvan para acomodar todo y así romper el molde de una vez por todas, porque así, el ciclo podría terminarse antes de tiempo.