Siempre que llovió paró, dice el refrán y Unión cortó justo la malaria el sábado pasado ante Gimnasia, bajo un agucero en el 15 de Abril. Como si el destino lo hubiera indicado. Un triunfo que fue un desahogo después de tanta angustia y presión.
Una descarga que se espera sea el punto de quiebre para iniciar la levantada. Dentro de todo esto, hubo una situación que tomó repercusión nacional: la camiseta que Cristian González agarró para el segundo tiempo y sirvió como cábala.
Se la dio un hincha minutos antes que arranque el complemento y que cumplió su "efecto". Alejandro, también conocido como Conejo, contó la historia en charla con LT10: "Se dice que trajo suerte. Igual era la idea (risas)".
"Logré dársela ahí cerca del banco. Lo llamé y se la pude dar. Fue para el arranque del segundo tiempo. Me miró medio raro e igual vino para llevársela", comentó.
"Fue una idea que se me ocurrió cuando hicimos la remera con el grupo Los Enfermos. Surgió después de la vez que me lo crucé en una estación de servicio en Arocena. Uno está acostumbrado a ver en la tele cómo son los profesionales en el fútbol y pensás que no te van a dar bola, pero humanamente Kily es extraordinario. Mientras cargábamos nafta charlamos un rato y me quedó esa sensación del mano a mano. Lo vi como una persona normal", agregó.
Pero no quedó solo ahí: "Yo pedí hacer una para él. Me dijeron «bolacero». Es una roja y blanca que dice Enfermo, porque es lo que me identifica (risas). Se tenía que dar. Es así y por suerte Unión ganó, porque sino, no estaríamos hablando de esto. Era el momento".
¿EL NUEVO AMULETO DEL KILY GONZÁLEZ? En la previa del PRIMER TRIUNFO de Unión en el #TorneoApertura, un fanático del Tatengue le regaló una camiseta al DT y él la tuvo en sus manos todo el tiempo. Atención a la promesa que se cumplió...
— SportsCenter (@SC_ESPN) March 2, 2025
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También, hubo un momento que le llegó al corazón: "Me emocionó mucho ver que no dejó la camiseta. Cuando la agarra y le da un beso, mucho más. Algo muy lindo".
En el final, Conejo, narró: "Soy socio hace muchos años. Voy a la cancha desde los 12 años y ahora tengo 36. Voy con mis hijos, que también van desde chicos. Esperemos que Kily la use siempre, porque trajo suerte. Fue un gesto que se me vino a la cabeza por cómo es él".