Las tripulaciones abordarán algunos de los caminos más difíciles de la temporada, luchando contra terrenos extremos y clima impredecible.
¿La modificación más llamativa? El snorkel. Esta adición crucial ayuda a que los motores respiren durante los cruces de aguas profundas, una necesidad en un rally que abarca 384 kilómetros competitivos, lo que lo convierte en el más largo del año.
Los coches también son más altos de lo habitual, con suspensión elevada para soportar sin descanso ondulaciones y rocas que aplastan los huesos. Pero Safari no es sólo una cuestión de supervivencia; Se trata de velocidad.
La compresión a alta velocidad es un factor clave aquí: si bien las carreteras son exigentes, también son rapidísimas en algunos lugares. Tener una suspensión que pueda absorber los impactos manteniendo la estabilidad es la diferencia entre el éxito y el desastre.
Y no es solo el chasis el que recibe un tratamiento especial. Los mapas del motor están ajustados para compensar las condiciones de gran altitud de Naivasha. Con un aire más fino que consume energía, cada ajuste cuenta mientras las tripulaciones avanzan por las impresionantes llanuras africanas.