Fútbol - Por LT10

Martes 25 de Marzo de 2025 - 20:49 hs

Gustavo Bravo, descubridor de Thiago Almada: "Es un orgullo para mí"

Turu, descubridor del jugador de la Selección Argentina, habló con Diez en Deportes en la previa del partido ante Brasil, sobre el gol que le hizo a Uruguay, y también se refirió a su brillante carrera.

Actualizado: Martes 25 de Marzo de 2025 - 20:51 hs

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El fútbol argentino tiene historias de talento, sacrificio y logros que merecen ser contadas. Una de esas historias es la de Thiago Almada, el joven futbolista que, con apenas 21 años, se ha ganado un lugar en la selección argentina y acaba de hacer historia con su golazo ante Uruguay en la clasificatoria para la Copa del Mundo. Pero pocos saben que detrás de ese talento prodigioso, hubo alguien que, desde sus primeros pasos, creyó en él: Gustavo Bravo, conocido como el "Turu", entrenador del Club Alma Fuerte de Lomas de Zamora y descubridor del "Guayo" Almada.

El primer encuentro con Thiago

La historia de "Guayo", como lo apodaban sus amigos en el barrio, comenzó en las canchas del fútbol infantil. Gustavo Bravo recuerda con cariño aquellos primeros días en los que Thiago brillaba de manera distinta a otros chicos de su edad. "Lo conocí en 2011 cuando empecé como ayudante de campo en Vélez Sarsfield, y fue allí cuando vi por primera vez a Thiago. Era un chico que llamaba la atención, pero lo que más me sorprendió fue su madurez. A los 10 o 11 años ya hacía cosas con la pelota que muchos jugadores profesionales no podían hacer", cuenta Bravo en una charla emotiva.

Desde ese momento, Bravo, quien por entonces trabajaba con las divisiones menores del club, comenzó a seguir a Thiago, convencido de que tenía algo especial. "Era un jugador diferente, esos que ganan partidos. Lo vi hacer cosas que no se ven a esa edad: chilenas, rabonas, volea, gambetas de extremo a extremo, todo lo hacía con una naturalidad impresionante", recuerda Gustavo con orgullo.

El salto a Alma Fuerte

La relación entre Bravo y Almada fue creciendo, y fue allí, en el Club Alma Fuerte de Lomas de Zamora, donde el joven Thiago encontró un lugar para seguir desarrollando su talento. A pesar de la competencia de grandes clubes que querían ficharlo, fue el "Turu" quien logró ganarse la confianza de Thiago y su familia. "Vélez le ofreció llevarlo a la pensión y ponerle todo, pero Thiago decidió quedarse con nosotros. Lo invitamos a dormir en mi casa los viernes, y eso hizo que se sintiera como en familia. Le ofrecimos un lugar cómodo y eso fue clave", explica Gustavo.

Este gesto fue el principio de un camino que llevaría a Thiago Almada a convertirse en uno de los jugadores más prometedores del fútbol argentino. "Él siempre fue muy maduro, con la cabeza bien puesta en lo que quería. Sabía lo que le deparaba el futuro y lo hablábamos como si fuera un adulto", dice Bravo, quien además de ser su mentor, también se convirtió en una especie de hermano mayor para Thiago.

La llegada al profesionalismo y el impacto en la selección

La carrera de Thiago Almada despegó cuando, tras sus pasos por Alma Fuerte, Vélez Sarsfield lo fichó y lo hizo debutar en Primera División. Su ascenso fue vertiginoso: el fútbol argentino empezó a hablar de él y los clubes europeos pusieron sus ojos en el "Guayo", quien finalmente decidió dar el salto a la selección argentina. "Desde el principio vimos que tenía todo para llegar lejos. Yo siempre le decía que si no le pasaba nada, iba a llegar, y eso pasó. Estar hoy viendo a Thiago en la selección y siendo campeón del mundo es un orgullo para mí", dice Bravo, visiblemente emocionado.

El golazo de Almada ante Uruguay, que le dio la clasificación a Argentina para la Copa del Mundo, es solo uno más de los momentos que Gustavo Bravo nunca olvidará. "Cuando vi ese gol, me sentí muy orgulloso de verlo a él en esa situación, sabiendo lo que ha trabajado para llegar hasta ahí. Es el sueño de cualquier entrenador", afirma.

La importancia del baby fútbol y el futuro de los jóvenes talentos

Uno de los temas que Gustavo Bravo destaca durante la entrevista es el valor del baby fútbol, el cual juega un papel fundamental en la formación de jugadores en Argentina. "El baby fútbol es clave porque allí es donde los chicos aprenden a jugar con más libertad, a desarrollar su técnica, su picardía. Es fundamental que en los barrios haya lugares para que los chicos jueguen y se expresen", asegura el "Turu", quien considera que Thiago Almada fue uno de los grandes exponentes de esa filosofía.

Para Bravo, el baby fútbol no solo enseña habilidades, sino también la mentalidad ganadora. "Los chicos del interior, que no tienen las mismas oportunidades, deben sumarse al fútbol desde temprana edad, ya que eso les da una ventaja. Los chicos que juegan baby fútbol desde pequeños tienen una visión diferente del juego", explica el entrenador.

Un futuro prometedor para Thiago y el legado de Bravo

Hoy, mientras Thiago Almada sigue brillando con la selección argentina y en su club, Gustavo Bravo observa con satisfacción el legado de su trabajo y la relación que forjó con el joven talentoso. "Aunque hace tiempo que no hablo con Thiago, siempre estoy en contacto con su familia. Fue un placer acompañarlo en su carrera y verlo llegar tan lejos", dice Gustavo con humildad.

"Lo único que deseo es que siga creciendo y no pierda esa humildad que lo caracteriza", concluye Bravo, un hombre que tuvo la visión y la capacidad de identificar un talento único. Y con ese golazo de Almada ante Uruguay, la historia de Gustavo Bravo y su discípulo se sigue escribiendo con letras de oro en el fútbol argentino.

Thiago Almada es, sin duda, una joya que el fútbol argentino seguirá disfrutando por muchos años más, y detrás de su éxito, siempre estará el legado de su primer mentor, Gustavo Bravo.

Audio: Gustavo Bravo, descubridor de Thiago Almada, por LT10

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Fuente: Diez en Deportes