En los últimos días, el río Paraná registra una altura inferior al metro en la región, en un contexto de bajante que, si bien preocupa, no alcanza los niveles críticos de los últimos años.
Juan Borus, especialista en pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), explicó en LT10 que esta situación se debe a la distribución irregular de las lluvias en la cuenca formadora del Paraná. En contraste, la cuenca del Paraguay recibe más precipitaciones, lo que favorece una recuperación en el norte.
Según Borus, la altura óptima del Paraná debería estar entre 2,80 y 3 metros, más de dos metros por encima del nivel actual. Sin embargo, los análisis realizados junto al Servicio Meteorológico Nacional indican que la tendencia de aguas bajas continuará al menos hasta finales de junio, configurando un otoño con niveles reducidos.
A pesar de la bajante, los especialistas consideran que el escenario es estable y no alcanza la gravedad de las peores bajantes registradas en los últimos cinco años.