La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) emitió una serie de disposiciones este viernes, prohibiendo varios productos en todo el país y advirtiendo sobre su consumo debido a diversas irregularidades en su comercialización y etiquetado.
Las medidas adoptadas afectan a un aceite de oliva, productos lácteos, artículos de cosmética y un limpiador doméstico.
Aceite de oliva no registrado en el mercado
En primer lugar, la Disposición 1982/2025, publicada en el Boletín Oficial, prohíbe la elaboración, fraccionamiento y comercialización en todo el territorio nacional del aceite de oliva "Olivar Cuenco de Sol, Virgen Fino - Primera presión extracción". Este aceite, fabricado por la supuesta empresa "Olivar Albardon" en la Ruta 40 de Albardón, San Juan, llevaba los registros RNE 04-09909-GG-01959 y RNPA 18-398759 en su etiquetado. Sin embargo, tras una investigación del Programa Federal de Vigilancia de Aceites de Oliva, se descubrió que dichos registros no existen.
Las autoridades sanitarias de las provincias de Córdoba y San Juan confirmaron que el producto y el establecimiento no cuentan con las autorizaciones necesarias para su comercialización.

La ANMAT determinó que el aceite violaba la Ley N° 18284 y el Código Alimentario Argentino, ya que carecía de registros sanitarios y presentaba un etiquetado falso. En virtud de esto, las autoridades sanitarias señalaron que el producto no solo era ilegal, sino que representaba un riesgo para la salud pública. “En virtud de lo expuesto y con el objetivo de proteger la salud de la población, se decidió prohibir la elaboración, fraccionamiento y comercialización del mencionado producto en todo el país”, indicaron en su comunicado.
Prohibición de productos lácteos sin registro
En una segunda medida, la ANMAT también prohibió la comercialización de los productos “Yogur griego sabor vainilla” y “Yogur griego sabor natural” de la marca Capulí. Esta decisión fue tomada luego de una consulta de un consumidor al Instituto Nacional de Alimentos (INAL) sobre la autenticidad de un producto similar, lo que desató una investigación más profunda. Durante el proceso, el Departamento de Vigilancia Sanitaria y Nutricional del INAL detectó irregularidades en los productos relacionados en el Sistema de Información de Vigilancia Alimentaria (SIVA)