Falta menos de un año y medio para Estados Unidos, México y Canadá 2026. Si bien no es poco tiempo en términos futbolísticos, considerando todo lo que puede pasar hasta entonces, en Argentina ya comienza a saborearse el torneo luego de la clasificación bastante anticipada tras la última doble fecha de Eliminatorias. Mucho más lejos si se siente lo que será la siguiente cita, el Mundial 2030, para el que sin embargo ya comenzó a moverse el avispero en uno de sus países anfitriones.
Dicha Copa del Mundo, si bien tendrá su inauguración en suelo argentino, Uruguay y Paraguay en conmemoración a los 100 años de la competencia, se desarrollará luego íntegramente en España, Portugal y Marruecos y contarán entre las tres naciones con un total de 20 sedes. Sin embargo, una de ellas, luego de ser designada, pidió a partir de sus habitantes no albergar la competencia.
Se trata de la ciudad de San Sebastián, de la provincia de Guipúzcoa, País Vasco. El Estadio Municipal de Anoeta, donde hace las veces de local la Real Sociedad, había sido seleccionado por la Federación Española como una de las 11 canchas de las que dispondrá el país ibérico. Y si bien esta elección ya había generado cierta polémica por dejar afuera a otras sedes como Balaídos o Vigo, dentro de la misma ciudad rechazaron el honor.
Distintas asociaciones de vecinos de San Sebastián escribieron una carta a la FIFA negándose a albergar el Mundial por las consecuencias negativas, sociales y económicas, que provocaría semejante celebración en la comunidad. "Los efectos de este macroevento sobre la gran mayoría de donostiarras son dramáticos: el empeoramiento de la emergencia habitacional, el crecimiento de la actividad turística, la mercantilización del espacio urbano, el desarrollo de infraestructuras de transporte insostenibles y las medidas securócratas que condicionarán la vida de la población", comienza a rezar el comunicado.
"No es un más que un negocio cuyo objetivo es fomentar la industria turística y la especulación inmobiliaria", subrayan luego, para sumar argumentos a su petición, la cual deberá ser evaluada por la FIFA, entidad que decidirá si se da de baja o no la sede de San Sebastián. "¡Donostia y sus vecinos no podemos soportar las consecuencias del Mundial!", concluye el texto de manera terminante.