El ex-Puma. Patricio Albacete, tiene espalda y no solo por su altura y su carrera como segunda línea en la elite del rugby internacional. Tiene espalda porque nunca se calló, ni adentro ni afuera de la cancha. Porque dijo lo que pensaba incluso cuando sabía que eso lo podía dejar afuera, y porque hoy, retirado del rugby profesional, sigue hablando con la misma claridad con la que lideró a Los Pumas durante más de una década.
En una entrevista, Albacete repasó su historia con la misma frontalidad con la que la escribió en Mil Batallas, su primer libro. “El título es una metáfora”, explica, “no sólo por los partidos que jugué, sino por todo lo que fue mi enfrentamiento con la UAR. Fueron muchas batallas, adentro y afuera de la cancha”.
La historia detrás del libro
Mil Batallas es un recorrido detallado por su carrera, pero también una manera de contar aquello que durante años se silenciaba: “En el libro cuento mi historia deportiva, cómo fueron mis comienzos, los educadores que me marcaron, mis vivencias. Pero también cuento mi salida del seleccionado. Por primera vez, con todo el detalle. Para que se sepa qué pasó”.
Uno de los episodios más polémicos que aborda es su enfrentamiento con la dirigencia de la Unión Argentina de Rugby (UAR): “Muchas veces se han dicho cosas que no eran ciertas. En una oportunidad me intimaron a rectificar mis dichos en una nota de La Nación. Yo ratifiqué todo, pero la UAR sacó un comunicado diciendo que yo me había retractado. Eso es de una bajeza total”.
“Lo peor —agrega— es que nunca hay responsables. Siempre es ‘fue un error’, ‘fue una confusión’. Pero yo tengo los mails, los intercambios. Tengo hasta audios. En el libro incluí algunos, pero tengo mucho más. No lo hice para vengarme, sino para que la gente entienda el contexto, y que si a otro jugador le pasa algo similar, tenga el coraje de hablar”, explica el Pato.
El legado Puma y el ADN perdido
Albacete fue parte de una camada histórica de Los Pumas, protagonista del recordado tercer puesto en el Mundial 2007. Pero no idealiza el pasado, al contrario, cree que en algún momento el equipo perdió el rumbo: “Se perdió el ADN de los Pumas. Ese juego agrupado, la defensa feroz, el sacrificio. Eso que heredamos de los Pumas del 65, de las camadas del 88 que se mataban a piñas”.
“Hubo entrenadores que quisieron cambiar todo, hacer un juego más abierto, integrar al Super Rugby, y con eso se perdió lo esencial. Por suerte, hoy creo que se está retomando. El scrum volvió a ser importante, la defensa volvió a ser fuerte. Se están retomando valores”, remarca en la entrevista.
Para él, ese ADN es también una forma de vida: “El ABC del rugby es simple: buena obtención, buena defensa y después todo lo demás. Sin eso, no se puede construir un equipo competitivo”.
La interna con Contepomi y los liderazgos discutidos
Entre las páginas de Mil Batallas y sus palabras en esta entrevista, también aparece un viejo conocido: Felipe Contepomi. “No lo discuto como jugador. Está en el 15 histórico de los Pumas, sin dudas. Pero para mí no fue un buen capitán. Y eso, para un grupo, pesa mucho”, aclaró Patricio.
Según Albacete, las diferencias iban más allá de lo deportivo: “Cuando sos capitán, sos un modelo para los más jóvenes. Y si vos no das el ejemplo, después no podés pedirle a nadie que sea profesional. Había actitudes que no correspondían. No se trata de tirar mala onda, se trata de hacerse cargo”.
“Yo con Felipe hablé cara a cara. Todo lo que cuento, él lo sabe. Esto no es una vendetta, es mi visión. Lo importante es que a los Pumas les vaya bien. Hoy él es el entrenador, y yo quiero que ganen siempre”, concluye sobre el tema el ex Puma.
La UAR, los manejos y la política del silencio
Albacete también denunció la falta de transparencia en el manejo económico de la UAR: “En 2012, cuando se empezaba a recibir plata de la World Rugby, reclamé que se construya un centro de alto rendimiento. Entrenábamos en condiciones muy precarias. Nadie lo hizo”.
“Después se dijo que el dinero fue para ayudar a los clubes del interior. Yo conozco esos clubes. Iban a gimnasios donde no había ni pesas. ¿Dónde está esa plata? ¿Dónde están los papeles? ¿Por qué no informan nada?”, sigue contando.
Además, criticó los vínculos entre ciertos jugadores y representantes: “Es sabido que muchos jugadores del seleccionado son representados por la misma persona. Eso genera un sistema donde el que habla queda afuera. Yo estaba en una posición cómoda: subcapitán, titular, capitán en Toulouse. No defendía algo mío, defendía a mis compañeros. Por eso no transé”.
Rugby y boxeo: dos deportes de caballeros
Fuera del rugby, Albacete también practicó boxeo durante varios años: “Me encantaba. Entrenaba con un campeón francés. Era chiquito, no lo podías tocar. Aprendí mucho del respeto que hay en ese deporte. Cuando el rival pone una rodilla en el piso, nadie le pega. Es un deporte salvaje, jugado por caballeros. Igual que el rugby cuando se vive con códigos”.
El mensaje a las nuevas generaciones
A la hora de hablarle a los chicos que sueñan con llegar a Los Pumas, su consejo es claro: “Disfruten. Si se preparan, que sea para divertirse más adentro de la cancha. No piensen en ser estrellas. Esto es un deporte de equipo”.
“Hay jugadores que hacen el trabajo sucio, que no se ve. Los pilares, los de segunda línea, no brillan, pero sin ellos el equipo no funciona. Si cada uno hace bien su parte, el equipo rinde. Y ahí se benefician todos”, afirmó Albacete.
Reconversión y proyectos: una vida más allá del deporte
Albacete se preparó para el retiro mucho antes de colgar los botines. Estudió dos másters —uno en Francia y otro en Argentina—, se formó como coach ontológico y hoy lidera varios emprendimientos.
Entre ellos, la bodega 2456 Wines, que fundó con ex compañeros y amigos: “Empezamos haciendo 7.000 botellas para divertirnos. Hoy hacemos 60.000 por año. Exportamos a Francia, Italia, España, Portugal, Brasil…”.
Además, dirige una software factory que desarrolla apps, sistemas de transporte público, billeteras virtuales y herramientas financieras: “También estoy construyendo en Pilar, con amigos. Compramos un terreno en 2016 y ya estamos entregando el primer bloque de departamentos. Todo lo que hago, lo hago en equipo”.
Visión sobre el país: emprender en Argentina
Albacete no esquiva la política. “Lo que están haciendo Milei y Caputo me parece extraordinario. Cumplen con su palabra, algo raro en la política argentina”, comentó respecto a la actualidad del gobierno.
“En otros países, los que más dinero tienen son emprendedores. En Argentina, son políticos o sindicalistas. Eso te dice todo. El tipo que quiere emprender tiene todo en contra. No hay créditos, no hay apoyo, y encima el Estado te asfixia con impuestos”, afirmó con certeza Albacete, sobre la gente que manejaba el país anteriormente y ahora no deja trabajar tranquilos al gobierno de turno.
Sobre generar empleos, el cree que hay mucho control, que de a poco se tiene que diluir: “Si querés crear una sociedad, los primeros seis meses son un infierno. Te controlan todo, aunque no tengas ni un peso. Es todo riesgo, y encima te sacan por todos lados. Así es muy difícil generar empleo”.
Una historia con final abierto
¿Habrá un segundo libro sobre su vida como empresario? Albacete no lo sabe: “No hago esto para tener notoriedad. Me gusta emprender, aprender, hacer cosas con amigos. Ojalá me vaya bien, pero no me creo en posición de enseñarle a nadie. Estoy en el camino”.
Mientras tanto, su historia ya está contada, en sus propias palabras y sin intermediarios. Mil Batallas es mucho más que un recorrido deportivo: es el testimonio de alguien que no se conformó, que dijo lo que otros callaban, y que eligió seguir peleando, esta vez fuera de la cancha.