Sin lugar a dudas, “Black Mirror” es una de las series más exitosas de Netflix. La serie de suspenso y ficción es famosa por inquietar con sus escenarios distópicos y que bien podrían ser reales a largo plazo. Sin embargo, el presente alcanzó lo que tanto se imaginó del futuro y los guionistas veníassurfeando con ese problema en las últimas dos temporadas. Pero ahora salió la séptima, que ya no lucha con ese conflicto sino que puso el foco en la Inteligencia Artificial, la salud mental, entre otros temas en agenda.
Charlie Brooker, su creador, logró amalgamar en seis historias que componen a la nueva temporada la tecnología que los fanáticos de la serie conocen de los episodios anteriores con ideas superadoras que hablan más del presente de lo que podría llegar a ocurrir en el futuro. Todo, bajo la mirada sobre cómo la tecnología verdaderamente cambia la vida de quienes la rodean.
A lo largo de sus nuevos seis episodios, la séptima temporada de Black Mirror tiene como eje central a la Inteligencia Artificial y a lo digital, vinculado con lo que genera en el presente o el futuro muy cercano. Está muy lejos de algunos episodios apocalípticos o fuera de contexto que hubo en otros años.
En las nuevas tramas, transita el amor más puro de una pareja que vive una tragedia toma una decisión irreversible en “Una pareja cualquiera”; “Hotele Reviere” es una historia con toques de cine negro americano que se mira en el espejo de Hollywood; “Bête noire”, un thriller bastante espeso con ribetes de un futuro excéntrico; y “Apología”, un drama nostálgico muy profundo.
En “Juego”, un hombre que tiene severos problemas mentales conecta su pasado con la compañía de videojuegos que, en su momento, creó Bandersnatch. Entre algo que ocurrió a mitad de los 90 y lo que sucede en el presente del episodio, se va armando un rompecabezas que nutre a los más fieles seguidores de la serie.
El último episodio, “USS: Callister - Infinito” es pura ciencia ficción. Es una especie de continuación de lo que les ocurrió a los clones digitales que quedaron inmersos en aquel mundo interactivo de otro videojuego extraño en USS: Callister de la temporada 4.