Este domingo, todos los focos del fútbol internacional apuntaron a Kylian Mbappé, pero no por una jugada destaca ni un gran desempeño, sino por su imprudente acción en el partido entre Deportivo Alavés y Real Madrid. El crack francés se fue expulsado tras una dura entrada a un jugador rival y dejó con un hombre menos a su equipo que, a pesar de todo, logró quedarse con el triunfo por 1-0.
Promediando los 38 minutos del primer tiempo, poco después de que Camavinga anotara el único gol de la jornada, Kiki fue imprudentemente a golpear al mediocampista contrario Antonio Blanco, a quien le propinó un planchazo criminal a la altura del gemelo. Por fortuna, no le dio de lleno y no llegó a lastimarlo. Sin embargo, la acción le valió la tarjeta roja directa luego de la revisión del VAR (en un principio le habían mostrado la amarilla).
La falta fue tan clara que el delantero de 26 años ni protestó la decisión arbitral y se marchó hacia los vestuarios en completo silencio. Lo cierto es que la expulsión no ameritó ningún tipo de discusión. Lo que más se temía por parte del Merengue era la gravedad de la sanción que recibiría su atacante estrella. Se llegó a especular incluso con que podían darle cuatro partidos de suspensión, entre los que se incluía la final de la Copa del Rey ante Barcelona, a disputarse el sábado 26 de abril.
Finalmente, para alivio de todo el Real Madrid, este lunes se confirmó que apenas le darán una fecha de castigo. Es decir que Donatello se perderá únicamente el duelo contra Athletic Club de Bilbao del próximo domingo por LaLiga en el Santiago Bernabéu. Según informó el programa radial español El Partidazo de COPE, esta sorpresiva decisión se debió a que el árbitro del encuentro, César Soto Grado, consideró en su informe que la infracción se dio en una "disputa del balón, usando fuerza excesiva".