Argentina reafirmó su prestigio internacional en la cocina con una destacada actuación en el 32° Campeonato Mundial de la Pizza, realizado del 8 al 10 de abril en Parma, Italia. Por segundo año consecutivo, la selección oficial de APYCE (Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas) logró subirse al podio y posicionarse entre los mejores del mundo.
El evento, considerado el más importante del rubro a nivel global, contó con una participación récord: 735 competidores de 48 países y 1035 presentaciones. La delegación argentina estuvo integrada por 12 profesionales liderados por el chef patagónico Federico Domínguez Fontán.
Uno de los protagonistas fue el maestro pizzero Ezequiel Ortigoza, quien brilló en las categorías de destreza y habilidad. Obtuvo el 2° puesto en Freestyle (acrobacia) y un 5° lugar en “Masa más larga”, consolidándose como referente internacional. Ortigoza, que comenzó su camino a los 15 años como lavacopas, hoy es dueño de las pizzerías Furore y Furore al Taglio en Buenos Aires, y por segundo año consecutivo fue incorporado al Salón de la Fama de la Pizza.
“El esfuerzo y la formación constante son la clave. Estos premios no solo nos hacen crecer como profesionales, también generan un impacto directo en nuestros locales: la gente quiere venir a probar nuestras pizzas”, expresó Ortigoza.
Otro nombre que dejó bien alto el orgullo nacional fue Claudio Izurieta, oriundo de Avellaneda, quien fue el argentino mejor clasificado del certamen. Propietario de Cervecería 611 y 611pizzas en el sur del conurbano bonaerense, Izurieta es egresado de la carrera de Maestro Pizzero y Panadero Profesional de APYCE, además de múltiples especializaciones en la Scuola Italiana de Pizzaioli.
El equipo nacional también estuvo integrado por Matías Iacono, Walter Erdbecher, Daniel Gabrielli, Claudio Jaramillo, Mauro Dávila, Miguel Villalba, Javier Dotta, Roodely Antenor, Ariel Pastorino e Ismael Saravia.
En 2017, la UNESCO declaró a la pizza como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Hoy, la Argentina demuestra que también es parte de ese legado vivo, con talento, esfuerzo y mucho sabor nacional.