Bruno Henrique se encuentra en el centro de la polémica al confirmarse una denuncia de la Policía Federal de Brasil en su contra por amañar tarjetas en un partido para beneficiar a apostadores, causa en la que también se ven salpicados tres familiares suyos.
Según Metrópoles, todo nace desde una tarjeta amarilla que recibió el jugador en una caída de Flamengo a manos de Santos en 2023, donde comete una peculiar infracción ya en tiempo de descuento. Una falta que acompañó con un efusivo reclamo al referí que resultó en expulsión.
Los operadores de tres casas de apuestas alegaron movimientos sospechosos por el accionar y en agosto de 2024 se inició la investigación, esto se debe a que en un sitio el 98% de las apuestas por tarjetas estaban dirigidas al implicado y mientras que otro sitio reportó un 95%. Cifras inesperadas al tratarse de un delantero sin un historial de sanciones disciplinarias recurrentes.
Sumado a Henrique, también fueron denunciados Wander Nunes Pinto Júnior (su hermano) Ludymilla Araújo Lima (esposa de Wander, cuñada de Henrique), Poliana Ester Nunes Cardoso (prima del futbolista) y un grupo de seis personas cercanas a Wander.
Tanto Bruno Henrique y Wander son acusado de vulnerar el artículo 200 de la Ley General del Deporte de Brasil, con pena entre dos a seis años de prisión, sumado a la acusación de fraude porque la cual podría caberle una pena entre uno y cinco años de encarcelación. Todos los demás implicados fueron denunciados por fraude.
El reporte del portal brasileño también cuenta con capturas de conversaciones por Whatsapp entre Bruno Henrique y su hermano, donde el futbolista le anticipa que se hará amonestar contra Santos para que apueste en el encuentro.
Inicialmente el caso fue llevado al Tribunal Superior de Justicia Deportiva en agosto de 2024 pero el mismo lo desestimó al considerar que no era suficiente para abrir una investigación, sumado que la fiscalía consideró que no existía un rédito económico para el futbolista.
Durante todo ese proceso, el futbolista recibió visitas de agentes de la policía, mismo en el centro de entrenamiento de Flamengo, y se le incautó su teléfono celular. Tras la obtención de la Copa de Brasil 2024 se expidió sobre la situación, donde no dudó en negar toda acusación en su contra: "Mi vida y mi trayectoria, desde que empecé a jugar al fútbol, nunca han sido fáciles. Pero Dios siempre estuvo conmigo. Estoy tranquilo ante esto, al igual que mis abogados, empresarios y la gente que está en esta batalla conmigo. Pido que se haga justicia".
La entidad carioca no tardó expedirse respecto al escándalo en que se ve involucrado su futbolista: "Flamengo no ha sido notificado oficialmente por ninguna autoridad pública sobre los hechos que han sido reportados por la prensa sobre el deportista Bruno Henrique".
"El Club está comprometido con el cumplimiento de las reglas del juego limpio en el deporte, pero también defiende la aplicación del principio constitucional de presunción de inocencia y del debido proceso, con énfasis en el procedimiento contradictorio y la plena defensa, valores que sustentan el Estado democrático de derecho", esgrimió la institución de Río de Janeiro.