Este viernes, desde las 21.30 en el estadio 15 de Abril, Unión recibirá a Newell's en un partido cargado de significado. No será solo un cruce por la fecha 14 del Torneo Apertura de la Liga Profesional: para el Tatengue, será una verdadera final. Con apenas tres fechas por delante, el equipo santafesino necesita empezar a sumar de manera urgente para evitar quedar en el fondo de la tabla. Además, sueña —aunque depende de un milagro— con meterse entre los ocho mejores de la Zona A.
La situación no es sencilla. Unión atraviesa un presente deportivo irregular, viene de la salida de Cristian González y será Nicolás Vazzoler, DT interino, quien intente enderezar el rumbo. El joven entrenador tiene en sus manos una oportunidad única: si logra buenos resultados, no se descarta que pueda continuar al frente del equipo, al menos hasta mitad de año.
La tabla lo dice todo. Unión se ubica entre los últimos puestos y necesita sumar, como mínimo, siete puntos de los nueve que quedan para escapar de los lugares más comprometidos. Pero además, hay una mínima posibilidad de avanzar a los octavos de final del certamen local: tendría que ganar todo lo que le queda y esperar una combinación poco probable de resultados ajenos. ¿Milagro? Sí. ¿Imposible? No.
A todo esto se suma un frente internacional. El próximo miñercoles , el conjunto rojiblanco viajará a Ecuador para enfrentar a Mushuc Runa por la Copa Sudamericana, un duelo clave para sus aspiraciones en el plano continental. Llegar entonado y con aire en el campeonato local no es solo una cuestión de confianza: puede marcar el tono anímico de lo que resta del semestre.
Por todo esto, el choque ante Newell's se transforma en una bisagra. El rival rosarino también pelea por clasificarse y no será un trámite. Pero para Unión, lo que está en juego trasciende los puntos: está en disputa la continuidad de un proceso, el futuro inmediato del club y, quizás, el destino de un entrenador que podría dejar de ser interino.