A siete meses de haber sido presentado como director deportivo de Colón, Iván Moreno y Fabianesi atraviesa su momento más crítico al frente de la estructura futbolística del club. Oficializado el 19 de septiembre del año pasado, en la misma conferencia de prensa donde también fue anunciado Diego Osella como entrenador —en reemplazo de Rodolfo De Paoli—, su arranque en funciones no tuvo incidencia directa en aquella decisión. Sin embargo, con el correr del tiempo, asumió un rol central en la toma de decisiones deportivas… y los resultados no lo acompañan.
La gestión de Moreno y Fabianesi empezó a definirse tras el cierre del ciclo de Osella, a quien el exfutbolista terminó desvinculando cuando todo parecía encaminado para su continuidad. En lugar de sostener un proceso, se optó por un nuevo rumbo, pero sin certezas claras.
Fueron varias las charlas con entrenadores con trayectoria y proyección, como Alfredo Grelak y el uruguayo Álvaro Recoba, pero finalmente se apostó por un técnico sin experiencia previa como entrenador principal: Ariel Pereyra.
Pereyra, exayudante de campo de Guillermo Barros Schelotto, llegó acompañado de Diego Castagno Suárez, también con pasado en Colón y trayectoria como ayudante de Gabriel Milito. En teoría, la apuesta era dar lugar a una renovación con identidad sabalera. Sin embargo, en la práctica, el equipo nunca logró consolidarse, ni desde el juego ni desde los resultados.
El ciclo de Pereyra terminó tras cuatro derrotas consecutivas, la última de ellas ante Chacarita en San Martín, donde Colón volvió a mostrar una preocupante falta de reacción. A esta altura del campeonato, el Sabalero se encuentra 12° en la tabla, a nueve puntos del líder y fuera de los puestos de Reducido, muy lejos de las expectativas generadas al inicio de la temporada.
La presión ahora recae completamente sobre Moreno y Fabianesi, quien tiene la obligación de acertar en la próxima elección del entrenador. No hay margen para otro error. El hincha está descontento, la confianza en el proyecto se desdibuja, y el equipo está sumido en una crisis deportiva que exige respuestas urgentes.
En un torneo donde el ascenso parecía un objetivo alcanzable, Colón hoy deambula en la mediocridad. El próximo paso será determinante, y quien deberá tomarlo es Iván Moreno y Fabianesi. Esta vez, no puede fallar.