En un presente oscuro para Colón, marcado por una preocupante seguidilla de derrotas y la salida de Ariel Pereyra como entrenador, Emmanuel Gigliotti se mantiene como una de las pocas certezas positivas dentro de un equipo que no encuentra el rumbo en la Primera Nacional.
El "Puma", que llegó a Santa Fe como uno de los refuerzos estelares para el regreso a la segunda categoría, continúa superando las expectativas. En la reciente derrota 3-2 ante Chacarita en San Martín —la cuarta caída consecutiva del Sabalero—, anotó un verdadero golazo que, por un momento, ilusionó con una recuperación. No alcanzó para cambiar la historia del partido, pero sí para ratificar su gran momento individual.
Con ese tanto, Gigliotti alcanzó los cinco goles en lo que va del campeonato, posicionándose entre los máximos artilleros del certamen. Su jerarquía, capacidad para generarse espacios y oportunismo en el área siguen marcando la diferencia en un Colón que ha quedado golpeado anímicamente y fuera de los puestos de Reducido, a nueve puntos del líder Gimnasia de Mendoza.
A pesar del contexto adverso, el delantero no baja los brazos y sigue dando la cara, sosteniendo al equipo en ataque y siendo uno de los pocos que, partido tras partido, mantiene un rendimiento regular y confiable. Mientras el club trabaja contrarreloj para definir a su próximo entrenador, Gigliotti aparece como una figura clave para liderar desde adentro la reconstrucción futbolística del Sabalero.
El hincha lo sabe: en medio de tantas dudas, tener un delantero como Gigliotti es un lujo que hay que aprovechar. Porque si Colón quiere enderezar el rumbo, necesitará más que nunca de los goles —y del temple— del Puma.