El intendente de Córdoba, Daniel Passerini, pidió este lunes la renuncia de la totalidad de su gabinete municipal en una reunión encabezada en el Palacio 6 de Julio. La solicitud incluyó a secretarios, subsecretarios, directores, subdirectores y responsables de entes descentralizados y empresas municipales.
La decisión marca el inicio de una profunda reestructuración que busca, según fuentes oficiales, relanzar la gestión y optimizar el funcionamiento de las distintas áreas. El jefe municipal expresó que la situación financiera del municipio es “delicada” y que los recortes en las transferencias de fondos nacionales afectaron notablemente las cuentas locales.
La medida también apunta a una reducción del 30% en el plantel de funcionarios, que abarcaría becarios y personal contratado bajo el régimen de monotributo. Passerini pretende adaptar la estructura de gobierno al contexto económico actual, privilegiando la eficiencia y el enfoque en políticas públicas esenciales.
En medio de la incertidumbre, trascendió que el intendente mantendría a su “triángulo de poder”, compuesto por Rodrigo Fernández, secretario de Gobierno, y Sergio Lorenzetti, asesor clave en temas estratégicos.
La revisión también alcanzará áreas clave como Ambiente y Economía Circular, Cultura y Educación, además de un refuerzo en la agenda de seguridad, en respuesta a las demandas ciudadanas.
Desde este martes, los funcionarios deberán formalizar sus renuncias para habilitar el inicio del recambio. En los próximos días, se espera que Passerini dé a conocer los nombres que continuarán en funciones y las nuevas incorporaciones para la segunda etapa de su mandato.
La medida generó diversas reacciones entre los dirigentes opositores, que ya comenzaron a analizar los posibles movimientos en el gabinete municipal y sus consecuencias políticas.