A 22 años de la inundación de Santa Fe causada por el desborde del río Salado, concejales recuerdan cómo vivieron esos días y lo que se hizo y resta por hacer en la ciudad.
Adriana "Chuchi" Molina, sostuvo que se hizo mucho desde ese día, pero que aún hay obras por concluir. Además, remarcó que hay que trabajar planificadamente, entre municipio, provincia y nación, para que todos los barrios estén bien.
"Se hicieron muchas obras estructurales que no se saben, hay 65 kilómetros de desagües y muchas obras que se deberían terminar (...) como santafesinos reconocimos que nuestros ríos y lagunas son hermosos y que es más azul que verde nuestro terreno, por lo que las obras hídricas son importantes. Es una tarea diaria. Tienen que tener una mirada metropolitana" detalló Molina.
Asimismo, destacó que en el 2003 no solo se vieron afectados los que se inundaron, sino que cambió la fisonomía de toda la ciudad ya que debieron reubicarse en distintos barrios.
Por su parte, Jorgelina Mudallel recordó que lo que sucedió "cambió la vida de muchas personas en Santa Fe, todos tuvieron alguien que pasó por eso y la solidaridad fue un gran puente".
"Fue negligencia en su momento, los que tenían que pagar no pagaron, y la memoria es fundamental para que no se vuelva a repetir" agregó la concejala.
También destacó el factor solidario Leandro González, quien también vivió en primera persona la tragedia.
También participaron de la actividad los concejales Violeta Quiroz, Ignacio Laurenti y Julián Martínez, quien relató en primera persona lo que le tocó vivir junto a su familia.