El presidente de Unión, Luis Spahn, habló con Diez en Deportes abiertamente sobre el clima electoral, en un contexto marcado por los malos resultados deportivos, las tensiones con la oposición y los desafíos de sostener una gestión.
“Lamentablemente, no puedo escapar a las reglas del fútbol. Hay una parte que vota con los resultados. Si estuviéramos más arriba, la impresión es que las elecciones serían innecesarias por poco. Hoy los resultados son adversos y eso moviliza a muchos”, admitió.
En su análisis, identificó distintos núcleos de votantes: “Está el joven ilusionado que cree que vamos a jugar la Copa Interplanetaria y el Mundial de Clubes, sin analizar la factibilidad ni la historia del club. Otro grupo cayó en la trampa de la difamación, tratándonos de mentirosos y fraudulentos. No tenemos nada que ocultar. La administración se hizo lo más sana y correcta posible, con errores y aciertos como en cualquier gestión”, remarcó.
Spahn destacó los logros económicos y patrimoniales bajo su conducción: “Pudimos recomponer el club, extinguir juicios y sanear el patrimonio. Nunca Unión vendió tantos jugadores como en estos seis años. Se recaudó más que en los 50 años anteriores. Pero la gente muchas veces no se conforma, cree que los jugadores son robots. Si tienen la oportunidad de irse a Europa, se van. Quieren progresar, como los de Boca o River”.
El presidente también lanzó críticas a la oposición: “Nosotros no vamos a operar desde los medios, más que con honestidad. Las cartas están echadas. Nuestro desafío es movilizar a quienes sienten que su sector fue beneficiado y que tenemos un club distinto”.
Consultado sobre posibles acuerdos, Spahn fue tajante: “Ofrecí la presidencia en distintos períodos a varias personas, ofreciéndome incluso como secretario personal para garantizar continuidad. El problema es que si se suben dos escalones y bajan 10, se tira por la borda todo el esfuerzo. Nos pidieron una reunión por la unidad, pero nos manifestaron sus inconvenientes con listas minoritarias, con discusiones internas. Las alianzas no son buenas. No nos podemos aliar con quienes nos insultaron y degradaron, ni comparten nuestros valores. Ellos no quisieron que yo sea el presidente. Se empacaron con eso, como si fuera un gesto”.
Spahn también se refirió puntualmente a su principal rival político: “Pipo (Desvaux) me parece excelente persona. No tengo ninguna diferencia con él. Entonces, todas esas mentiras son difíciles de digerir”.
Finalmente, sobre el armado de su lista, fue cauto pero optimista: “El armado lo vamos a reservar. Es como las incorporaciones en los mercados de pases. Hay incorporaciones muy interesantes, gente muy respetada, gente joven y racional. Vamos a ir contando la lista”.