La crisis en Colón no se detiene y ahora amenaza con desatar una tormenta institucional. Tras la renuncia oficial del vicepresidente Marcelo Negrete, confirmada a fines de la semana pasada, se encendieron las alarmas dentro de la Comisión Directiva sabalera. Según trascendió, al menos otros cuatro dirigentes estarían próximos a presentar su dimisión, y no se descarta que el número ascienda a casi una decena en los próximos días.
La salida de Negrete se precipitó tras la dura derrota ante Defensores de Belgrano, cuando el dirigente fue increpado por hinchas que descargaron su bronca por la alarmante racha negativa del equipo. El clima se tensó aún más a mediados de semana, cuando aparecieron banderas colgadas en la sede del club apuntando contra los dirigentes y el plantel profesional. Fue en ese contexto de creciente hostilidad que el vicepresidente decidió dar un paso al costado.
En su carta de renuncia, Negrete expresó: “El motivo de mi renuncia es estrictamente personal y familiar. Un dirigente está preparado para un cierto grado de presión y hostigamiento, el problema es cuando se superan los límites y se pone en riesgo la integridad familiar”.
El sacudón no termina allí. También estarían por hacer oficial su alejamiento varios integrantes más. Incluso se baraja la posibilidad de que la sangría sea más importante, lo que dejaría a la actual conducción al borde del colapso.
Mientras el equipo no logra enderezar el rumbo deportivo —con seis derrotas consecutivas—, Colón enfrenta ahora una crisis institucional de proporciones, que pone en duda la gobernabilidad del club y la continuidad del actual proyecto de gestión.
La situación es crítica y el futuro inmediato de la institución parece más incierto que nunca.