En un clima de alta participación y marcado civismo, Luis Spahn, presidente de Unión y candidato por la lista oficialista Todos por Unión, emitió su voto en el marco de las elecciones que definirán el futuro de la conducción del club. Aseguró que, de ser electo, este será su último mandato al frente de la institución.
“Me causó gracia que alguien subiera una foto mía con la leyenda ‘The Last Dance’. Y ojalá lo sea. Estamos trabajando para formar dirigentes nuevos y tener una renovación real para 2028”, afirmó con tono distendido.
Spahn también reflexionó sobre su presente y sobre cómo se vive una elección desde la gestión: “Es distinto ser oficialismo. No se puede dejar de gobernar para hacer campaña. Pero creo que mostramos mucho, aunque siempre hay cosas que uno quiere terminar. Las obras están a la vista.”
Al hacer un balance de la gestión, Spahn destacó que el club no solo creció, sino que atrajo nuevos socios: “Duplicar la cantidad de votantes en relación a elecciones anteriores habla de una gestión que sumó gente. Este club tuvo votaciones con números muy bajos. Hoy, más de 6.000 socios podrían votar. Eso es institucionalidad.”
Sobre el desarrollo del acto electoral, fue contundente: “Todo está funcionando muy bien. El padrón es claro, la participación es altísima, y eso legitima el resultado. El club necesita un ganador con respaldo fuerte, no con diferencias mínimas.”
También valoró el respeto entre las listas: “Los rivales van por otro camino, y eso es válido. Esto es una batalla cultural. El socio, que es el verdadero dueño del club, decidirá cuál es el camino que quiere para el futuro.”
Por último, se mostró entusiasmado, aunque cauto: “Vamos por nuestro objetivo. Pero gane quien gane, lo importante es que se trabaje por y para los socios. Unión está por encima de todos”.