de Santa Fe. Y explicó: “Estamos comparando con un año que fue muy, pero muy, pero muy malo para el comercio. Todo el 2024, en especial el primer semestre, fue terrible”.
Arese detalló que diciembre del año pasado registró un pequeño alivio, pero insuficiente y detalló que “ese repunte solo no alcanzó a recuperar todo lo malo del año. Por eso, ahora que las estadísticas comparan con ese 2024 tan malo, puede parecer que mejoramos, pero hay que mirar en profundidad”.
Lo más llamativo, según el referente del sector, es la brecha que se consolidó dentro del propio consumo y explica que “nunca se había dado un escenario con dos caras tan marcadas. Por un lado, suben las ventas de autos, inmuebles, viajes al exterior, motos y electrodomésticos. Pero por otro lado, el consumo de carne, lácteos, yerba mate y productos de supermercado sigue bajando”.
Y agregó que “no es la misma gente la que deja de comer fideos que la que compra un auto o viaja. Aproximadamente, un 70% de la población consume productos básicos y está cayendo, y solo un 30% accede a los rubros de alto valor”.
Arese reconoció que el fenómeno refleja un trasfondo social ya que la clase media argentina está caminando por la cornisa y explica que “ese 70% tiene ingresos muy castigados. Hoy, una parte mucho mayor del salario se destina a pagar servicios e impuestos, y el remanente que queda para el consumo es cada vez más chico”.
En medio de este panorama desigual, el comercio se prepara para el Día del Padre con cierta expectativa. El comerciante es optimista por naturaleza. Siempre cree que va a vender. Las promociones fuertes van a verse en la semana previa, como siempre, adelantó Arese.