El Conicet, en alianza con la fundación Schmidt Ocean, comenzó una nueva expedición submarina que cautiva a miles de usuarios en las redes sociales. La transmisión en vivo revela, mediante imágenes inéditas, los secretos mejor guardados de las profundidades del Mar Argentino.
La exploración, presentada la semana pasada, se concentra actualmente en las cuencas del Salado y de Malvinas, en aguas ubicadas frente a las costas de Puerto Madryn. Un equipo de 25 especialistas, de los cuales 17 son argentinos, lidera esta misión científica de alcance internacional.
Los investigadores utilizan el buque de última generación RV Falkor (too) y el robot submarino SuBastian. Este vehículo es operado de forma remota y tiene la capacidad de descender hasta los 4.500 metros de profundidad.
Es la primera vez que se emplea tecnología de ultra alta definición para estudiar el suelo marino del Atlántico Sudoccidental. El dispositivo permite recolectar muestras biológicas y geológicas con un impacto mínimo, preservando el entorno natural de las especies.
Las especies virales que sorprendieron a los científicos
Uno de los momentos más comentados de la transmisión fue el hallazgo de un pequeño pulpo a 1.071 metros de profundidad. Los biólogos a bordo destacaron la complejidad de sus ojos y la tranquilidad del animal mientras era observado por las cámaras.
También volvió a aparecer la famosa estrella de mar "culona", apodada así por los científicos debido a su particular fisionomía. Estos ejemplares habitan en una zona de biodiversidad única, donde confluyen las corrientes marina cálida de Brasil y la fría de Malvinas.
Cómo ver la transmisión del Conicet en YouTube
El público interesado en seguir la expedición puede hacerlo a través del canal oficial de YouTube del Schmidt Ocean Institute. Si bien la emisión no es continua, los vivos muestran en tiempo real tanto los hallazgos biológicos como las maniobras operativas.
Esta travesía representa un salto tecnológico sin precedentes para la ciencia argentina y la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. La misión continuará explorando ecosistemas extremos que, hasta el momento, permanecían prácticamente ocultos para el ser humano.