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Miércoles 23 de Julio de 2014 - 20:37 hs

Emocionada, Máxima recibió los restos de las víctimas del avión derribado en Ucrania

Actualizado: Domingo 13 de Marzo de 2016 - 00:24 hs

 Los aviones con los restos de las víctimas del presunto derribo del avión comercial de Malaysia Airlines cerca de Donetsk llegaron hoy a la base aérea de Eindhoven, en el sur de Holanda, procedente de Járkov, en Ucrania oriental, donde fueron recibidos por los reyes, el gobierno y sus familiares.

Seis días después del derribo del Boeing 777 sobre los campos de batalla del este de Ucrania, los primeros cadáveres llegaron finalmente a Holanda, de donde eran oriundos la mayoría de los 298 muertos, entre pasajeros y tripulantes, del vuelo MH17.

Un Hércules C-130 holandés con 16 ataúdes arribó seguido de un C-17 Globemaster australiano con otros 24, informó el vocero del gobierno holandés Lodewijk Hekking.

Los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima -visiblemente emocionada-, junto con el primer ministro, Mark Rutte, y el resto del Gobierno, recibieron a los dos aviones, junto a la ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Julie Bishop, en la pista de la base militar holandesa. También estaban presentes, con una emoción incontenible, cientos de familiares de las víctimas.

"Si debo esperar cinco meses a que los identifiquen, lo haré\\'\\', dijo Silene Fredriksz-Hoogzand, cuyo hijo Bryce y la novia de éste Daisy Oehlers murieron en el desastre. "La espera cuando los cuerpos estaban en el campo y el tren fue una pesadilla\\'\\'.

Allí también ondean a media asta las banderas de las nacionalidades de todas las víctimas fallecidas en el derribo del avión comercial malasio a causa del aparente lanzamiento de un misil desde el territorio de Ucrania oriental controlado por separatistas prorrusos.

Las aeronaves fueron recibidas por un destacamento militar de la base aérea, que con sus unidades escoltando a ambos lados de los aviones y haciendo el saludo militar, y al igual que el resto de las personalidades asistentes a la ceremonia guardaron un minuto de silencio.

Fuente: La Nación