LT10 - Así somos, así nos gusta

Domingo 05 de Julio de 2015 - 14:01 hs

"Del baile de la gambeta a la marcha fúnebre", por G.Mazzi

Le ganamos a Paraguay y éramos unos fenómenos. Perdemos por penales con Chile y somos un desastre. Pasamos del "baile de la gambeta" a la “marcha fúnebre” sin escalas.

 El título, alcanzar una vuelta olímpica parece ser el calvario de esta generación de futbolistas. Preso de la necesidad de triunfo muchos actúan sobre la banalidad de quien quiere ser “más” y no “mejor”. Esta historia de falta de hambre por la gloria dentro de la cancha y falta de humildad afuera, nos está haciendo tropezar más de la cuenta, y nos arrastra de manera feroz de un lugar a otro sin transición.

Le ganamos a Paraguay y éramos unos fenómenos. Perdemos por penales con Chile y somos un desastre. Pasamos del "baile de la gambeta" a la “marcha fúnebre” sin escalas. Para comenzar a pensar en salir campeones de una buena vez, lo primero que deberíamos tolerar es la derrota sin tener que fundir a nadie en la hoguera. Y por sobre todas las cosas a ser un poco más generosos y mansos en nuestras posturas y apetencias.

Jugamos mal. Perdimos bien. Messi y Compañía no tuvieron un buen partido ante Chile. Es difícil determinar cuándo un equipo juega mal porque el rival lo empujó a eso, o por sus propias limitaciones, que mal que nos pese, las tenemos. ¿La cebra es blanca con rayas negras o negra con rayas blancas? Más o menos así es la cuestión futbolera. Aquella Argentina Fútbol Club cimentada por “la nuestra” y el candado defensivo “europeo” de la semifinal, ha dejado paso a un conjunto de procedencia babélica que ante los chilenos pareció reseteado por once soledades. Es extraño como apabullamos a las guaraníes y fuimos capaces de vencernos a nosotros mismos en la final. Argentina fue raquítica en los 90 minutos y luego ya no tuvo recursos para remar. Fue un sábado tan torcido, que hasta en los penales se desfiguró la imagen de algunos talentosos.

Ya no hay excusas. Sólo el dolor que nos produce no poder festejar un título y la pesadez de una segunda final perdida en sólo un año. Soy de los que se jacta por haber visto jugar a Maradona y ya me expresé en su momento al respecto con mi más profunda admiración por el "10", pero BASTA de ANCLAR TODO EL TIEMPO en el pasado para acentuar la crítica. Acertar o no un penal no nos hace mejores ni peores. Garré fue campeón del mundo y Batistuta o hasta ahora el mismo Messi no, y nadie pude dudar de las condiciones de uno y de otros. Insisto en que no hace falta ninguna condena social para nadie por no alcanzar un campeonato.

Mis respetos Lionel Messi. Ud hace feliz a miles de pibes que llevan la “10” con orgullo en sus espaldas. Perder no es traicionar a nadie. En todo caso, somos los mayores quienes nos ponemos exigentes con su gambeta y la denostamos si no aparece. Debo admitir que esperaba más de Ud en este cotejo, pero eso no lo hace un devastador de sueños ni nada que se le parezca. Esas vergonzantes actitudes están reservadas para personajes muchos más nocivos y nefastos de nuestras vidas cotidianas, y no para un simple jugador de fútbol.

Extrañamente veo y escucho alguna crítica impiadosa con Ud de muchos personajes que enmudecen a la hora de clamar por reivindicaciones para un pueblo que necesita mucho más que ganar una final jugando a la pelota. Exitistas y encarnizados resultadistas abstenerse. Yo, Argentino… y mucho más ahora, en la derrota!!! De este grupo de jugadores sigo pensando lo mismo que antes: tenemos más que muchos y menos de lo que tantos creen. Un deporte de conjunto no se rige por la actuación imperial de un solo jugador. Si alguna vez ocurrió, no es este el caso y nadie tiene la culpa por ello. Y aunque advierto claramente las diferencias futbolísticas, no celebro ninguna antinomia Made in Argentina que solo sirve para lastimarnos. Porque así somos… y así nos gusta. Es solo una cuestión de actitud.