Enrique Guinsberg (psicólogo social argentino radicado en México) analiza a los medios de comunicación masiva desde una perspectiva psicoanalítica froidiana. En resumen se puede decir que Guinsberg plantea que desde hace tiempo los medios masivos de difusión son la institución que puede considerarse como hegemónica en los procesos de socialización e ideologización de nuestra época y sobre la base de esa premisa, desde una perspectiva teórica psicoanalítica, se realiza el proceso de formación del sujeto psicosocial.
En síntesis, se puede decir que la conformación del sujeto está atravesada en su Ello – Yo y Superyo, por la influencia de los medios, en tanto la “percepción de la Realidad” desde la que se establecen las figuras rectoras, las expectativas y las experiencias sociales del sujeto, está mediatizada. Es decir, la “realidad” que se percibe no es tanto la de la experiencia directa propia sino la “Realidad” mediatizada por los medios.
Esa percepción mediatizada de la Realidad establece a su vez los modelos a seguir, las necesidades a incorporar y las formas de satisfacer esas necesidades. Los medios conforman hasta los propios mecanismos de escape para que la frustración de no alcanzar la satisfacción de las necesidades impuestas no nos revele lo REAL (así con mayúsculas) que esa REALIDAD MEDIATIZADA nos propone. Ya viene Tinelli con su Bailando a beneficio de una escuelita de campo, o la fama en un minuto, o un programa de concursos con perros, o una tira cotidiana a lo Suar donde la Clase Media gana la pantalla no para plantear sus necesidades, contradicciones y aspiraciones, sino para aparecer como protagonista pasiva de su momento y su tiempo, Clase Media inmersa en la cotidianeidad de lo repetitivo.
Por definición también en línea con Enrique Guinsberg, la REALIDAD es un recorte subjetivo de lo REAL. También desde lo lingüístico se puede decir que lo REAL es todo aquello que pasa y que es inasible desde la palabra. Porque al nombrar lo REAL, al contarlo, al sacarle una foto o grabarlo en video, siempre se transforma en REALIDAD aquello que era REAL y entonces esa REALIDAD es sólo la parte que veo o nombro.
Así, una cámara enfocada en una manifestación, según el plano y la posición del encuadre, por lo que muestra puede llevar el epígrafe de “la plaza estaba llena de manifestantes”, o “pocos militantes se manifestaron”. Ejemplos sobran para darse cuenta del recorte que plantea esa REALIDAD MEDIATIZADA a cada segundo, en la radio, en la tele, en el diario, en Internet. A veces solo basta con cambiar de un canal al otro para ver esas dos “Realidades” tomadas del mismo hecho REAL.
Y como dice Guinsberg, son los medios masivos de comunicación los que operan y construyen esa REALIDAD MEDIATIZADA. Los medios masivos, en tanto actores políticos y económicos, los que se erigen incluso por sobre las propias instituciones y la política para influir, encauzar, embaucar, manipular, denunciar, desmentir, anular, invisibilizar, acallar, instaurar, convocar, condenar, enjuiciar, todos verbos que operan sobre el sujeto social. Esta acción de los Medios Masivos, los Mass Media, ya ha sido estudiada, analizada, confrontada y utilizada, para manipular o para desentrañar.
Como sea, a qué vienen en estas palabras sobre la Realidad Mediatizada, la constitución del Sujeto, y los factores de poder que operan sobre los Medios para tener el Sujeto Social necesario para sostener el Orden Hegemónico Dominante, consumista, pasivo, volátil, maleable. Estas palabras vienen a título de que esta semana se recordó al Día del Periodista por aquella publicación de la Gaceta de Buenos Aires de Mariano Moreno en junio de 1810. Y son periodistas los que trabajan en los medios, y son periodistas los que muchas veces participan en la construcción de esa Realidad Mediatizada.
Somos los periodistas muchas veces útiles y partícipes de esa construcción generalizada de la Realidad Mediatizada. Algunos por convicción, otros por conveniencia, otros tantos por imbecilidad intelectual, los menos por cínicos operadores, como sea, somos parte de esa construcción Mediática de la Realidad. Es cierto que mientras más multiplicidad de medios, de canales de comunicación, más “Realidades” se pueden ver, y contraponer. Y que dentro de esa hegemonía mediática hay algunos espacios de construcción alternativa de la “Realidad”, una alternativa de propender hacia la conformación de un sujeto social crítico de su tiempo, participativo y con capacidad de autonomía en su pensamiento.
Sin embargo, no es tan fácil escapar a esa Realidad Totalizante. Por el contrario, el Circo Mediático de la Realidad se impone cada vez más con su hegemonía avasallante y acaparadora. Pero no hay que bajar los brazos, y menos las convicciones por las que una vez nos pusimos a estudiar Periodismo. Será cuestión desde nuestra profesión de Comunicadores Sociales, Periodistas que nos dicen, buscar y conformar espacios mediáticos para brindar una versión de la Realidad que al menos induzca a pensar, a reflexionar, a movilizar ese sujeto social.
De eso se trata en definitiva. De encontrar, un lugar, un espacio, a la vuelta de la esquina, donde poder salirse del Circo de la Realidad Mediática Hegemónica imperante y hacer valer la Comunicación Social como espacio de construcción colectiva de una ciudadanía activa y protagonista de su momento.