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Viernes 27 de Diciembre de 2013 - 10:05 hs

Pretenden mejorar la conservación de frutas mediante el uso de levaduras

Un grupo de investigadores  del CONICET que trabaja con levaduras como agentes de control  biológico de frutas tiene como objetivo conservarlas durante más  tiempo sin signos de descomposición.

El Alto Valle de Río Negro y Neuquén es históricamente una  región de frutas de pepita de alta calidad, como peras y manzanas  y para conservarlas hasta su venta se utilizan cámaras
frigoríficas y, muchas veces, productos químicos que protegen la fruta de los agentes patógenos que hacen que ésta se descomponga.

Así lo rescató la Agencia de Noticias para la divulgación de  la Ciencia y Tecnología, DICYT, sin embargo, la necesidad de una  agricultura sustentable y de evitar la presencia de residuos  químicos en los alimentos, además de la resistencia de los  patógenos a productos artificiales, llevaron a buscar  alternativas biológicas.

Plantearon la necesidad de desarrollar métodos alternativos de  control de estos organismos, más seguros, eficaces y económicos.

"El uso de microorganismos para proteger alimentos resulta una  alternativa prometedora para el control de organismos  indeseables.

Las levaduras son ideales para ser usadas en alimentos como  antagonista dentro del consumo en alimentos debido a que son  organismos seguros para el ser humano", explica Marcela  Sangorrín, investigadora del CONICET en el Instituto Multidisciplinario de Investigación y Desarrollo de la Patagonia Norte (IDEPA, CONICET-UNCo) y directora del grupo de investigación en biodiversidad y biotecnología de levaduras.

Según se aclaró esta estrategia que viene de mediados del  siglo XX, se encuentra aún en desarrollo y sólo unos pocos agentes de control biológico están disponibles en el mercado mundial.

"En nuestro país todavía no se han registrado estos formulados  comerciales", resalta Sangorrín ya que "han dificultado su uso el  elevado costo de la importación del producto y la respuesta  inconsistente de organismos foráneos cuando son probados en  regiones distintas a las de su origen", explica.

El meollo de la investigación es encontrar levaduras  propias de las frutas de esta región que retarden su  descomposición por hongos patógenos.

Los investigadores consideran fundamental que los agentes de  control biológico se adapten al sitio en que deberán ejercer su  acción.

Por lo tanto, "las oportunidades de encontrar microorganismos eficientes se incrementan si se los busca en el mismo ambiente y en la misma fruta en la que serán aplicados", aclara la
investigadora. La idea es obtener levaduras autóctonas, propias de la fruta y la región, para obtener un producto completamente natural", indicó la responsable del proyecto.

El grupo eligió los patógenos más encontrados en la fruta:  moho gris (Botrytis cinerea) y moho azul (Penicillium expansum)  que fueron seleccionados especialmente por su agresividad y  resistencia a los fungicidas utilizados en la región.

En tanto, el CONICET y la Universidad Nacional del Comahue  patentaron el uso de estas dos levaduras en marzo de este año con  el título de "Cepas de levadura para el biocontrol de frutas post  cosecha, composiciones que las contienen, métodos de aplicación  de las composiciones y usos".

Fuente: na