Que el agua esconde cosas no es ninguna novedad; lo interesante es ver cuando salen a flote. Poder observar cómo el paso del tiempo y del agua actúan cambiando formas y haciéndolas propias.
Es el caso del buque arenero Rigel, que estuvo hundido desde 2002 en el Puerto de Santa Fe. Oxidado y lleno de caracoles, estuvo bajo el agua en el Dique 1 del puerto durante 16 años hasta que en marzo de este año comenzaron las tareas para reflotarlo y sacarlo definitivamente del agua.
Fue una tarea entre el Ente Portuario y una compañía de salvamento Raúl Negro y Cía, en la que ambos generaron este proyecto de recuperación de los espacios operativos. Así lo explicó a través del móvil de LT10, Carlos Luis Paz, perito encargado del salvamento.
"Ocupaba un sitio que se quiere recuperar, con el agravante de ser un pasivo ambiental. Hay una tendencia a eliminar buques abandonados inactivos que contienen contaminantes que, tarde o temprano, terminan dispersos en el agua", explicó.
El proceso comenzó en marzo de este año con la limpieza del buque que estaba completamente enterrado en el fondo. Luego, se reflotó y entregó en mayo, momento en el comenzó la segunda etapa, de buscar interesados en hacerse cargo del buque.
Al no aparecer personas interesadas, se definió su "puesta en seco" hace aproximadamente tres semanas, para lo que primero se cortó el casco en secciones -siempre dentro del agua-, se lo retiró completamente y se lo ubicó sobre el muelle.
Allí, dejará de ser "pasivo ambiental", para convertirse en chatarra industrial. Sobre la incidencia de la bajante del río en este proceso, Paz remarcó que esto complicó las tareas: "El río bajó 3 metros desde que se iniciaron las tareas de reflotamiento. Esto implica tener que levantar 3 metros más el barco para ponerlo sobre el muelle".
Mirá la galería de imágenes que dejó el rescate del Buque Rigel: