No pasaron muchas horas de la salida de Eduardo Domínguez, sin embargo la Comisión Directiva se movió rápido y encontró un técnico con espalda para jugar los partidos que restan hasta fin de año. Al igual que los dirigentes tuvieron la tarea de buscar una solución rápida tras la salida de Domínguez, también comenzaron a diagramar un listado con posibles candidatos. El primer nombre que surgió fue el del Pablo Lavallén.
El equipo de Diez en Deportes pudo averiguar, desde la voz de un alto dirigente sabalero, que Ramón Díaz es un técnico que le interesa mucho al presidente. Pero a la hora de poner los pies sobre la tierra este nombre parece más un deseo que una opción principal. Primero porque hay que tener en cuenta los costos económicos que tendría traer a un técnico de esta talla, hasta hace poco dirigió un equipo de Arabia Saudita.
También hay que tener en cuenta que este tipo de entrenadores suelen exigir jugadores de un nivel mayor a los que hoy tiene Colón. Es por eso que entre las charlas y las discusiones surgió el nombre del ex DT de River, que no disgustó pero tampoco es la opción más viable. Solo una posibilidad