Un avión ligero y livano desapareció de los radares el lunes por la noche cuando sobrevolaba el canal de la Mancha. Con el paso del tiempo se supo que dentro del avión se trasladaba Emiliano Sala, el jugador de Nantes que es figura en Francia. El viaje se realizaba con motivo del contrato que había firmado con el Cardiff City Football Club el pasado, convirtiéndose en la transferencia más costosa de la historia del club: 17 millones de euros.
El avión en el que se trasladaba era un pequeño Piper PA-46 Malibu que partió desde el aeropuerto Nantes Atlantique con rumbo a Cardiff. Pero cuando estaba sobrevolando la isla de Alderney -justo a mitad de vuelo-, perdió contacto con las autoridades aeronáuticas y no se supo nada más de ellos.
El Piper Malibu es una familia de aviones ligeros fabricados por Piper Aircraft, un fabricante de aviones localizado en el Aeropuerto Municipal de Vero Beach, Florida. Fue fundada en 1927 por los hermanos Clarence Gilbert Taylor y Gordon A. Taylor en Rochester, Nueva York.
Durante sus largas décadas de producción, llegó a lanzar más de 65 modelos de aviones. Todas avionetas pequeñas, la mayoría con propulsión a hélices. El Malibu, en el que se transportaba a Sala, tiene capacidad para un piloto, copiloto y cinco pasajeros y está equipado con un solo motor.
En diálogo con LT10, Rubén Fernández, piloto comercial explicó que "la distancia que iba a recorrer el avión era de 300 kilómetros cuando está pensada esa unidad para trasladarse como máximo 2300 kilómetros en un solo vuelo". La distancia estaba dentro de los parámetros normales. Por otro lado el especialista explicó que "tiene que existir un plan de vuelo que se debe hacer obligatoriamente antes de cada desplazamiento. Cada vez que se despega la torre de control ve el número de vuelo, la compañia y el traslado que va a hacer. En este caso se lo venía monitoreando y desapareció antes de entrar en el Canal de la Mancha. Ahora queda ver en que cuadrante desapareció el avión y luego buscar la caja negra para tratar de deslucidar lo que ocurrió".
Según relata el especialista lo que se analiza teniendo en cuenta las temperaturas que hacen en el lugar es la posibilidad de un congelamiento de las alas y una posterior caída al mar. Es importante tener en cuenta que las olas en el momento del accidente tenían entre cuatro a cinco metros por lo que se descarta casi por completo un amerizaje.