La prohibición de vender bebidas azucaradas y alimentos altos en grasas y sodio en las escuelas, así como una serie de recomendaciones y criterios sobre alimentación infantil son la base de la “Guía de entornos escolares saludables” que presentaron días atrás los Ministerios de Salud y Desarrollo Social, y de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.
En la ocasión, se suministraron además datos de un informe a nivel nacional, según contó a Primera Tarde la presidenta del Colegio de Nutricionistas de Santa Fe, Virginia Yódice, que estuvo presente.
El estudio se realizó sobre 10 mil chicos. Se midió su evolución entre 2012 y 2017 (es decir, se compararon variables sobre el mismo niño/ adolescente). Los resultados no son positivos: del grupo inicial, en 2012, el 21% tenía sobrepeso y en 2017 ese porcentaje había aumentado a 26,6. En tanto, el 14,5% tenía obesidad en 2012; y en 2017 terminó siendo el 23%.
Para Yódice, esos números demuestran que "esto es exponencial: no para". "Esos chicos van a ser enfermos", sostuvo, preocupada.
Para más, destacó especialmente que el informe indica que el 90% de los padres no ve esta realidad "como un problema", siendo que son "la primera línea de influencia" de esos niños y adolescentes.
Finalmente, celebró la elaboración de la guía por parte de la Nación, aunque aclaró que queda mucho por hacer. "Queremos que esto esté en la agenda política".