Cuando le contamos un problema a un amigo, sentimos alivio. Y si ese amigo nos abraza, nos da una palmada en el hombro o nos toca la mano, más aún. No es solo un decir: hay reacciones químicas que se producen en nuestro cerebro. "El contacto físico de un amigo disminuye los neurotransmisores relacionados con el estrés".
Ese es uno de los efectos de la amistad, según el máster en Neurociencias Hugo Valderrama. En su columna por Todo Pasa, explicó además que una relación de ese tipo genera oxitocina, que es a su vez un neurotransmisor (sustancia gracias a la cual dos neuronas o más se pueden conectar) y una hormona (sustancia que cumple funciones en distintas partes del cuerpo, que "viaja" a través de la sangre o de otras maneras). Asimismo, el cerebro genera dopamina.
Esos neurotransmisores, a su vez, son los mismos que se activan con el amor. La cuestión está en la proporción en que se activa cada uno, qué sectores del cerebro tocan, qué tipos de redes forman. Por ello es que a veces, los amigos "se confunden".
En cualquier caso, la amistad es tanto consciente como instintiva. Por eso no es privativa de nuestra especie: "los animales también tienen amigos", asegura el Dr. Valderrama. La diferencia, dice, es que "no pueden compartir cosas tan abstractas conmo nosotros"; pero hay "una ayuda mutua, un altruismo" entre ellos.
Mirá la columna completa de Hugo Valderrama: